TENIS

Presión sobre EE UU por Djokovic

Los directores de Indian Wells y Miami declaran a favor de la presencia del serbio. “Se lo agradezco. Esperaré hasta el último momento”, dice Nole, ya en Dubái.

Novak Djokovic ya está en Dubái, donde volverá a competir tras lograr su 22º Grand Slam en Australia. El ATP 500 (del 27 de febrero al 4 de marzo) será su segundo torneo de la temporada. Tras él, Nole podría verse obligado a un parón forzado. Estados Unidos aún no permite la entrada a aquellos extranjeros que no tengan la pauta completa contra el coronavirus. Será así hasta el 11 de mayo. El serbio, por lo tanto, podrá volver a competir en el US Open; a día de hoy, sin embargo, sería imposible su presencia en Indian Wells (del 8 al 19 de marzo) y Miami (del 22 de marzo al 2 de abril). Tras solicitar un permiso especial para poder entrar en el país norteamericano, y así poder participar en los Masters 1.000, el reloj corre en su contra. Otra vez.

“Esperaré hasta el último momento, como el año pasado. Ese proceso no está en mis manos. Lo que podíamos hacer, lo hicimos, pero aún no han cambiado la regulación. Quiero agradecer sus gestos a los directores de ambos torneos (Indian Wells y Miami), quienes me mostraron su apoyo e intentaron tener un efecto sobre el gobierno de los Estados Unidos para permitirme entrar. Estoy esperando la decisión, pero no puedo decir más”, ha declarado Djokovic en sus primeras palabras sobre suelo árabe, para Sportklub. Hace un año, el serbio se encontraba en la misma situación: en la lista de participantes para iniciar el Sunshine Double y a la espera de respuestas. Finalmente, y pese a llegar a constar su nombre en el sorteo, serían negativas.

Entonces, los directores de los torneos ya presionaron para forzar las presencia de Djokovic en suelo estadounidense; ahora, han vuelto a la carga. “Es obvio que el único problema es que todavía no puede entrar a EE UU. Sería bueno que esas medidas se levantaran un poco antes y tenerlo en nuestros torneos. Deberíamos darle una oportunidad. Esperemos que sea aquí. En mi opinión, sería una gran pena que no estuviera”, ha reiterado durante las últimas semanas el máximo dirigente de Indian Wells, Tommy Haas. “Nos encantaría tenerlo, es uno de los mejores campeones que hemos tenido en el deporte. Creo que se convertirá en el mejor. Todavía tiene algunos años más de estar en o cerca de la cima del tenis”, se ha sumado James Blake, al frente del Masters 1.000 de Miami.

“Sería una maldita vergüenza que no jugara”

Haas y Blanke no han sido los únicos exjugadores en pronunciarse de forma clara sobre el asunto. John McEnroe, como es habitual en él, lo ha hecho de forma contundente, calificando de “absurdo” y de “maldita vergüenza” el hecho de que no pudiera jugar. “Yo me he puesto mis vacunas, pero respeto que él haya elegido lo contrario. Lo hubiera hecho, pero ese es otro tema... Jugó (el US Open) en 2021 y luego no se le permitió jugar en 2022, que alguien me explique eso. Y ahora todavía no se le permite jugar. Es absurdo. Espero que obtenga una exención. Ojalá pueda entrar en el país a jugar. Quiero decir, no soy médico ni experto, pero parece que hemos superado la mayor parte de la pandemia, toco madera”, ha declarado el estadounidense en la revista Forbes. Mientras, Djokovic, tras dejar atrás la lesión que le acompañó en Australia, asegura sentirse “cerca del 100%”.