TENIS

Nadal, Federer y Djokovic: rivalidades inolvidables

La historia de Nadal a través de sus rivalidades con Roger Federer y Novak Djokovic, némesis y amigos a la vez a lo largo de más de dos décadas.

Getty Images

Si la historia de un deporte se articula a través de sus rivalidades, el boxeo no se entiende sin el Ali-Frazier; ni el golf del siglo XXI sin Tiger y Mickelson; ni la NBA sin Lakers y Celtics; ni el fútbol sin un Madrid-Barça. Quitas estos factores de la ecuación y te queda otra cosa, un libro sin nudo. Si vamos al tenis, vamos a la que quizá sea la mayor concentración simultánea de talento en la historia de un deporte individual. El Big Three. Rafael Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer. Los tres mejores, al menos por números, coincidentes en el tiempo y el espacio. Ahora que la retirada del balear acaba con una era, porque sin él ni Federer la continuidad de Djokovic pierde categoría histórica por mucho que se dedique a pulverizar récords, es tiempo de repasar su historia común, la de tres animales competitivos que han marcado un antes y un después. Empezando, en orden cronológico, por la dicotomía Nadal-Federer.

Un choque de estilos que se repitió en 40 ocasiones, con 16 victorias del suizo y 24 del español. Todo comenzó en 2004, con un doble 6-3 para Rafa en tercera ronda de Miami. La primera gran final entre ambos fue en Roland Garros 2006. También se llevó el gato al agua Nadal. Entre 2006 y 2008 jugarían todos los partidos por el título en París y en Wimbledon. Federer nunca conseguiría descifrar al manacorí en la tierra parisina, y su único título en Roland Garros llegaría en 2009, el año de la famosa victoria del sueco Söderling ante Nadal en octavos. Rafa, en cambio, sí le encontró las cosquillas en el jardín de Wimbledon. Allí le levantó la famosa final de 2008, considerada por muchos el mejor partido que ha dado este deporte, casi cinco horas de pulso, cinco sets, retrasos por lluvia, tie-breaks épicos... En definitiva, el episodio más representativo de esta rivalidad, que acabó con una racha de cinco entorchados seguidos de Roger en Londres.

Nadal y Federer muestran su química en la Laver Cup de 2017.MARTIN DIVISEKEFE

Pero, al margen de todo lo anterior, quizá lo que mejor define sus 15 años de encontronazos, que terminaron con la victoria de Federer en semifinales de Wimbledon 2019, y el tono en el que discurrieron, siempre respetuoso, siempre elegante, sean las palabras que ambos se dedicaron en algún punto de ese lapso. “Si alguien dice que soy mejor que Roger, entonces no tiene ni idea de tenis”, dijo en su día Nadal. “En mis 17 años de carrera, Nadal es el tenista que más me ha influenciado como jugador”, reconoció Federer.

Djokovic, una relación bipolar

Dos años después de que los caminos de Rafa y Roger se cruzaran por primera vez tuvo lugar el génesis de la rivalidad paralela que sostendría el balear con Novak Djokovic, la otra pata del Big Three. Aquel primer capítulo se produjo en cuartos de Roland Garros 2006 y terminó abruptamente con la retirada del serbio en el tercer set, tras perder los dos primeros por 6-4. Tras ese se producirían otros 59 enfrentamientos entre ambos. 31 caerían del lado de Nole y 29 del de Rafa, también con París como punto final.

Por el camino, batallas legendarias como la del Open de Australia 2012, la más larga de la historia de los Grand Slams, cinco horas y 53 minutos de confrontación en la tierra predilecta del Djoker, que añadió un tercer entorchado en Melbourne a su palmarés; o aquella semifinal de Roland Garros 2013, a la que sobrevivió Rafa tras un quinto set de 87 minutos, resuelto en el tie-break; o la de Wimbledon 2018, resurgir del serbio tras verse mermado por unos problemas en el codo; y como no, claro, la final de Roland Garros 2014, la última entre ambos en su prime (luego disputarían la de 2020, y la de Australia en 2019), que Rafa decantó de su lado para morder la Copa de Mosqueteros por novena vez y cortar una racha de cuatro derrotas seguidas ante el balcánico. El epílogo fue un duelo precioso, más por todo lo que representaba que por su desarrollo (ganó Djokovic fácil por 6-1 y 6-4), en dieciseisavos de los Juegos Olímpicos de París

Nadal y Djokovic se dan su último abrazo sobre pista en los Juegos de París.FRANCK ROBICHONEFE

La suya fue una relación más bipolar que la que mantuvo con Federer, pero inevitablemente en este caso también acabaron rendidos el uno al otro. “He jugado ante un jugador que lo hizo todo perfecto. No sé de nadie que haya jugado al tenis así nunca”, dijo Rafa de Novak tras perder la final de Doha en 2016. “Tengo un problema y se llama Rafa Nadal”, afirmaría en su día Djokovic, poniéndole palabras a lo que han sentido muchos jugadores durante más de dos décadas. Y una bendición, habría que añadirle, porque lo cierto es que ninguno de estos tres talentos inolvidables se entiende sin los otros dos.

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