TENIS | GIJÓN OPEN

David Vega: del crowdfunding a la élite del dobles

El tenista de Telde, 34º del mundo, que vive la mejor etapa de su carrera junto al brasileño Mato a sus 28 años, tuvo que buscarse la vida para sobrevivir en el circuito.

Gijón

David Vega Hernández (Telde, 28 años) es uno de los mejores doblistas del mundo en la actualidad. Con el brasileño Rafael Matos como pareja, ha ganado cuatro títulos en 2022 y son el 14º mejor dúo del mundo. Él ocupa el puesto 34º en el ranking de dobles; su compañero, el 31º, por eso han podido consolidarse. “Tiene que ser similar el de los dos para entrar en casi todos los torneos”, explica, en una charla con AS durante el Gijón Open. En su carrera profesional, Vega ha hecho equipo con casi 120 tenistas desde 2010.

Las cosas no fueron fáciles para él, hasta que decidió dejar a un lado su carrera en individuales. “La culpa fue del Transition Tour. Los Futures ya no daban puntos. Mi ranking individual era un poco peor que el de dobles. Aunque mi ilusión siempre era jugar los Challenger y las previas, tuve la mala suerte de que las empezaron a cerrar con criterios más duros, porque la gente que iba a los Futures se pasó a los Challengers para sumar. Me tuve que decantar por una cosa o por otra, y me decidí por el dobles”, recuerda Vega.

El Transition Tour es un circuito creado en 2019 por la Federación Internacional para reducir los costes de jugadores y organizadores a raíz de un estudio que demostró que un porcentaje mínimo de tenistas alcanzaban a cubrirlos, sin incluir los del entrenamiento. David no era uno de ellos. En 2012 ganó poco más de 2.000 euros. Por lo que se vio obligado a buscarse la vida para subsistir. “El tenis es muy costoso cuando no te metes en nivel ATP. Mi entrenador, Toni (Colom), se encargaba de buscar ingresos a través del crowdfunding (mecanismo colaborativo de financiación de gente que aporta pequeñas cantidades) y los tokens (objetos físicos o digitales en los que se puede invertir a cambio de una parte de las ganancias del deportista), aunque esto último no terminó de funcionar. Hacíamos lo que podíamos”, dice el canario.

Ahora le va mejor. “Este año he empezado a ganar un poco de dinero con el tenis. Ha habido mucho sacrificio detrás y así uno va más tranquilo, con la comodidad de estar económicamente un poco más reforzado”, argumenta. En 2022 ha conseguido algo más de 220.000 euros en ganancias, más de la mitad de las que acumula en toda su carrera (sobre 432.000). Rafa y yo la verdad que nos compenetramos, nos llevamos muy bien dentro y fuera de la pista y este año, después de muchos de estar ahí luchando, pues ha fructificado todo el sacrificio. Hemos demostrado que podemos ganar en todas las superficies y que tenemos el nivel para estar ahí muchos años. Ojalá sigamos subiendo”, desea David, cuya relación con Matos empezó este curso en Marrakech (tierra). Fue llegar y besar el santo, porque se proclamaron campeones, como después en Mallorca (hierba), Bastad (tierra) y Sofía (dura). También jugaron las finales de Múnich y Tokio y ganaron un Challenger en Burdeos.

Vega era muy crítico con los premios que recibían los doblistas, sobre todo en los Challengers (“No se cobraba casi nada”, señala), pero ahora ve una mejoría en los torneos ATP: “Se nota un poco más la subida. Creo que cada año están intentando subir el price money y lógicamente es una ayuda bastante grande”. El objetivo de Vega y Matos es meterse con regularidad “en los Masters 1.000″. “Estaremos en el de París”. Y el sueño… “Grand Slam y poder llegar al top ten algún día”. Este año fueron cuartofinalistas en Roland Garros, llegaron a octavos en Wimbledon y cayeron en la primera ronda del US Open.

Invisible para Bruguera

Sin embargo, a pesar de su buen hacer en la especialidad, Sergi Bruguera no le ha tenido en cuenta para el equipo español de Copa Davis. “Nunca he recibido ninguna llamada o mensaje. Pero bueno, siempre he dicho que estoy ahí para lo que sea. Estoy preparado. Y ojalá algún día me llamen. Eso depende la importancia que le dé al punto de dobles el capitán. A veces prefieren llevar más singlistas por si alguno se lesiona. Con la Selección, para el dobles suele ir Marcel (Granollers), que es el mejor que hemos tenido. Ojalá que algún día pueda jugar con él, porque creo que nos complementaríamos bastante bien y nos entenderíamos”. Además del catalán, los referentes de Vega son “los hermanos Brian”. “Son los que más han demostrado ya no por títulos, sino por la química que tenían. Creo que ni usaban señas, se movían por la pista como si fueran uno. Y luego a nivel nacional, además de Marcel, también David Marrero y Marc López. Siempre uno quiere ser como ellos y lógicamente me he fijado mucho”.

Y es que ser doblista conlleva diferencias “tácticas” con respecto al tenis individual. “Todo es mucho más rápido y sobre en indoor, que es donde diría que nos cuesta un poco más, porque a nosotros nos gusta jugar un poco de fondo. A veces, por mucho que quieras, no puedes porque los otros acortan los puntos. Y en Gijón, precisamente, nos pasó un poco con los americanos (Lammons y Withrow les ganaron en cuartos por 6-7 (8), 6-4 y 10-6), que solo sacan y van fuerte por todos lados”. Pese a la última derrota, el futuro de Vega con Matos es esperanzador y demuestra que en la Armada también hay buenos doblistas. Y que con ilusión, sacrificio y esfuerzo se consiguen cosas.

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