Badosa gana confianza para repetir contra Sabalenka
La española supera a Diana Shnaider, contra la que se tuvo que retirar este año, para citarse con la bielorrusa en octavos de Stuttgart.
Puño apretado, mirada hacia arriba y suspiro de alivio. Este lunes, Paula Badosa debutó con victoria (6-3 y 6-4 en 1h41) en el WTA 500 de Stuttgart contra Diana Shnaider, de 20 años y 62ª del mundo, para avanzar a unos octavos de final en los que se volverá a medir con su amiga Aryna Sabalenka, con la que perdió en segunda ronda de Miami. También, y no menos importante, para seguir agarrándose al top-100. Actualmente, la jugadora española es 93ª en el ranking y, en Alemania, defiende 100 puntos que valen oro. El año pasado, antes de empezar su calvario con los problemas de espalda, Badosa alcanzó los cuartos en el torneo, en los que también cedió contra Sabalenka. Ahora, sobre la tierra germana, busca confianza.
“No sé cuántas bolas de break he salvado (fueron ocho). Tampoco tengo una idea de cuántas dobles faltas he cometido (10). Necesito partidos y confianza. A veces, aún me pongo tensa y nerviosa. Es una de las cosas contra las que más estoy luchando. Es por una falta de confianza”, incidió Badosa en sus primeras palabras a pie de pista, de la que salió sonriendo. Necesario. “Estoy muy contenta por cómo he luchado hoy mentalmente. Es mi cuerpo, mi físico, leer el partido. Soy una jugadora sólida, pero creo que es lo que más he perdido. Estoy cometiendo más errores no forzados de lo normal. Estoy aprendiendo. Siempre me siento muy bien aquí. Estoy intentando sacar las cosas positivas de todo”, terminó de explicar.
Con esa intención, Badosa salió al partido más concentrada que su rival, una Shnaider que en el primer set enterró sus opciones prácticamente sola. La rusa tiene momentos en los que arrolla con su potencia, pero también asume muchos riesgos. En esa primera manga, en total, cometió 21 errores no forzados (con 9 ganadores). Un balance imposible de sostener. Incluso, pese a las seis dobles de la jugadora española, que sigue buscando esa añorada regularidad en su juego. Este lunes, no la encontró, pero sí estuvo más acertada y fuerte mentalmente en los momentos claves. Y fueron muchos. Además de salvar esas bolas de break, también fue capaz de no venirse abajo tras perdonar cuatro puntos de partido.
La alegría y el apoyo de Tsitsipas
La victoria y las formas significan mucho para Badosa, tal y como Stefanos Tsitsipas, su actual pareja, remarcó después de su victoria en Montecarlo, celebrada por la española entre lágrimas. “Las lesiones han creado un momento difícil no sólo para Paula, sino que también para mí, que estoy a su lado para ayudarle a que se recupere y regrese a las pistas”, dijo el griego después de ganar el Masters 1.000 monegasco por tercera vez. Con la alegría en el cuerpo, un día después, Badosa volvió a sonreír sobre la arcilla de Stuttgart, en la que se enfrentó a una rival contra la que, en enero de este año, en Tailandia, se tuvo que retirar por sus problemas de espalda. Antes, en Charleston 2023, le había vencido con facilidad. Esa es la versión de sí misma que Paula busca. Y hacia la que dio un pequeño paso. Todo suma.
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