Badosa, fin a la temporada milagro: “He superado cosas que creía imposibles...”

Tras su retirada mientras disputaba las semifinales del WTA 500 de Ningbo, Paula Badosa no volverá a jugar en el circuito en lo que resta de temporada. Este domingo, la española, a través de su Instagram, anunció que pone punto final a su curso individual y que, como último objetivo, sólo le queda representar a España en las Finales de la Billie Jean King Cup, que se celebran del 13 al 20 de noviembre en Málaga. De esta manera, la de Begur no participará la próxima semana en el Abierto de Tokio, del que ya conocía el cuadro, ni podrá estar en la Copa de Maestras de Riad, a la que aún tenía opciones de acudir como suplente. Todos sus esfuerzos, a partir de ahora, estarán centrados en recuperarse para poder liderar a España en la antigua Copa Federación.

“Debido a problemas de salud, no pude jugar ayer (en Ningbo) y no podré jugar en Tokio, desafortunadamente. Mi temporada 2024 ha terminado. Ha sido una temporada muy larga en la que he superado muchas situaciones que pensaba que eran imposibles. Estoy muy orgullosa de mí misma. Estoy de vuelta donde quería estar y hacia donde apuntaba desde mi vuelta a las pistas (una de las mejores jugadoras del mundo otra vez). Ya estoy pensando en recuperarme bien para representar a mi país en las Finales de la BJKC en Málaga. Gracias por el apoyo siempre. Nos vemos pronto”, han sido las palabras compartidas por Badosa en sus historias de Instagram.

Con la decisión, la jugadora española pone punto final, como ella misma indicaba, a una temporada tan dura como milagrosa. En abril, Badosa llegó a salir del top-100; ahora, se despide del curso en la parte más noble del ranking (el lunes, aparecerá como 14ª). En Wimbledon, sus sensaciones empezaron a mejorar. En Washington, en agosto, con su cuarto título (dos años y medio después del tercero), confirmó su regreso a la élite del tenis mundial. Tras levantar el trofeo en tierras estadounidenses, su ascenso siguió en Cincinnati (semifinales) y US Open (cuartos de final). En la gira asiática, su última parada, ha intercalado buenas y malas noticias. Tras alcanzar las semifinales en Pekín, se perdió Wuhan por problemas estomacales. De Ningbo, finalmente, se retiró también en la penúltima ronda tras perder el primer set contra Daria Kasatkina y después de que los médicos le midieran la tensión y le trataran la zona abdominal.

Un carrusel de emociones

Antes de esta explosión final, Badosa vivió varios de los momentos más duros de su carrera. En el primer tercio de año, en el que aún arrastraba los problemas en la espalda del curso pasado, acumuló tres retiradas. Hasta el WTA 1.000 de Roma, ya en mayo, no pudo sumar tres victorias seguidas. Antes, su participación en Madrid, donde perdió en primera ronda contra Jessica Bouzas (supuso su caída hasta la 121ª posición del ranking), pudo ser un punto de inflexión. “Tras unas revisiones en marzo, los médicos me dijeron que sería complicado que siguiera mi carrera. Creo que lo que me hace luchar cada día es el amor que tengo por este deporte. Siempre tuve el objetivo de ser una de las mejores del mundo y ganar torneos y enfrentarme a las grandes jugadoras. Y por eso estoy aquí”, revelaba justo antes del torneo en la capital. Finalmente, lo ha conseguido.

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