TENIS | BUENOS AIRES

Alcaraz, grande en Buenos Aires

El español, de 19 años y número dos del mundo, se ha convertido en un ídolo para los argentinos, también por su naturalidad y simpatía.

El pasado lunes, cuando se abrió el telón en Buenos Aires, había nueve tenistas del país anfitrión en el cuadro principal, incluido un ídolo local, Diego Schwartzman. Pero el foco, del propio torneo y de los aficionados, estaba fijo en un jugador español, Carlos Alcaraz. Era el gran reclamo de un evento que organiza Tennium, gestora de competiciones con sede en Barcelona, y que aspira a subir de categoría, de ATP 250 a 500. “El número uno del ranking jugará en Argentina”, habían anunciado en redes sociales antes de que Novak Djokovic le quitará el liderato al murciano de 19 años al proclamarse campeón del Open de Australia. Poco importó, porque la Alcarazmanía se desató en cuanto Carlitos aterrizó en la capital.

Las entradas para las sesiones nocturnas de toda la semana estaban ya agotadas y el chico se ganó el favor de los fans a golpe de simpatía, autógrafos y fotos, con sonrisas, saludos y agradecimiento, como relata La Nación. También gracias a su interés por la gastronomía y la cultura argentina. Saboreó el alfajor, el dulce de leche y el mate, ha estado en varios restaurantes de la ciudad y se atrevió a dar pasos de tango, como buenamente pudo, con la ayuda de una bailarina profesional.

“La verdad que para mí es un placer estar en Argentina. Me esperaba cariño, pero no tanto y me he sentido como en casa. Se agradece y me ha ayudado mucho tener este ambiente”, dijo después de vencer en octavos a Laslo Djere en la pista Guillermo Vilas, frente a 5.000 personas y una espectadora ilustre, Gabriela Sabatini. “Es increíble. Lo que más me sorprende es su cabeza”, le alabó hace unos meses la campeona del US Open 2020. Antes de su debut, el primer espada de la Armada maravilló cuando barrió con una escoba las líneas de la pista en la que iba a pelotear con Bernabé Zapata, mientras su entrenador en la gira latinoamericana, Antonio Martínez Cascales, pasaba la estera sobre la arcilla.

Alojado en el barrio de Retiro, esta vez le acompaña el que fuera preparador de Juan Carlos Ferrero, que se ha tomado un descanso, miembro de la familia valenciano y de la Academia Equelite en Villena. Con él están también el padre de Alcaraz, su tío, su hermano Álvaro, el fisio Juanjo Moreno y el agente, Albert Molina. Y como uno más del equipo, le escolta Evaristo Sanguinetti, guardaespaldas que prestó servicios a estrellas como Maradona y Rafa Nadal, las tres veces que el balear disputó el torneo. “Es demasiado chico (joven) para ser tan ubicado (sensato), tan adulto a la vez. Se ve que tiene una cabeza espectacular y es el reflejo de la educación que tiene desde la familia. Es un divino. Hiperprofesional y con ángel para triunfar. Tiene la humildad de los grandes”, contó el agente de seguridad al citado agente de seguridad.

Una figura en América

La expectación que ha generado Alcaraz en su primera comparecencia en el Argentina Open, solo comparable a la que levantó Nadal en su momento, se repetirá la semana que viene en otras plazas en las que triunfo Rafa. Como Río de Janeiro, donde ya es un ídolo después de ganar allí su primer partido ATP en 2020 y el segundo título de su carrera en 2021. “No podemos estar más ansiosos por verlo en 2023″, reconoce el torneo brasileño. Igualmente, le esperan con los brazos abiertos en Acapulco (27 de febrero al 5 de marzo). “Jugó por primera vez en Acapulco con 18 años y ahora regresa como No. 2 del mundo y un Grand Slam…”, anuncia la competición mexicana, que solo pudo ver un partido de Carlitos hace dos años, porque perdió en su estreno ante Alexander Zverev. Ahora, el muchacho es grande.

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