TENIS | COPA DAVIS

La madurez de Auger-Aliassime

El canadiense pone el broche de oro a la temporada de su despegue con una actuación muy seria en la Copa Davis.

Málaga
Mariano Pozo

Antes de febrero de este año, Felix Auger-Aliassime era un buen jugador de tenis más. Un chico de físico privilegiado (1,93), saque y derecha potentes y un porvenir esperanzador, pero que no terminaba de cuajar. Le faltaba el instinto de ‘killer’ para separarse de la paja y empezar a construirse un lugar entrelos considerados mejores tenistas del circuito. De un tiempo a esta parte ha dado ese paso. Entre febrero y noviembre ganó los cuatro títulos ATP que constan en su palmarés y este domingo, a falta aún de Grand Slams (raro sería que no caiga alguno en el futuro), entró en un selecto club, el de los campeones de Copa Davis.

Los guarismos de Auger-Aliassime en este curso son sensacionales. Ha ganado 60 partidos de 87, ha sido campeón en Róterdam, Florencia, Amberes y Basilea (el primero y el último de categoría 500), figura cinco puestos má arriba en el ranking que el año pasado a estas mismas alturas (del 11º al 6º) y en la Davis ha gando ocho de los nueve partidos que ha jugado entre la fase de grupos y las eliminatorias, derrotanto a rivales como Carlos Alcaraz, Alex De Miñaur o Lorenzo Musetti.

En las Finales celebradas la pasada semana en Málaga fue, de largo, el jugador más determinante de cualquier equipo. Y, casi por encima de cualquier cosa, se ha quitado el aura de tenista perdedor, incapaz de dar un paso al frente en los momentos de presión (hasta Róterdam había perdido sus ocho primeras finales en el circuito). Un cambio de chip, un despegue, que ha coincidido con la entrada de Toni Nadal en su equipo.

Auger es consciente de su progreso, pero también de que aún no ha llegado al tope, de que el tope, de hecho, no existe. El domingo, en la rueda de prensa posterior a la victoria de Canadá en las Finales de la Davis, puso de ejemplo a Djokovic, presente en las gradas del Martín Carpena de Málaga. “Tengo muchas cosas que mejorar. Hemos visto a Novak aquí. Sigue intentando mejorar a día de hoy, y ha ganado todo lo que se puede ganar en este deporte. Tipos como él son modelos a seguir. Y yo y todos los que estamos aquí siempre queremos mejorar. Así es como lo siento yo”, aseguró antes de poner un toque de humor, desatando risas generalizadas: “Ahora mismo no voy a pensar en qué tengo que mejorar, honestamente lo dejaré para el año que viene”.

La Davis fue el broche de oro al, la guinda del pastel de una temporada que ha demostrado que en Felix Auger-Aliassime, que ya ganó la copa júnior junto a Denis Shapovalov, el hombre que ha liderado a Canadá a la primera Ensaladera de su historia junto a él, hay un tenista campeón. “Es genial estar en esta posición ahora”, asegura Felix. Como dice él, esta temporada ha sido “como si se cerrara el círculo”.

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