Djokovic: “Me gustaría tomarme unas copas con Nadal y Federer y hablar de lo que les molesta de mí”

En una nueva historia de portada publicada este jueves y que aparecerá en el número de febrero de GQ, el periodista de GQ Daniel Riley se reunió con Novak Djokovic en Montenegro para mantener una conversación en profundidad sobre su carrera, su familia, su retirada, su interés por la política y mucho más.

Sobre los deseos de su padre de que se retire...

“Mi padre lleva tiempo intentando que me retire... me dice: ¿Qué más quieres hacer? Comprende la cantidad y la intensidad de la presión y la tensión que hay ahí fuera, y el estrés que repercute en mi salud, en mi cuerpo y, en consecuencia, en todos los que me rodean, incluido él. Por eso me dijo: ‘Hijo mío, empieza a pensar cómo quieres acabar con esto’”.

Sobre dejar a su familia por los torneos...

“En 48 horas... es cuando siento la mayor intensidad de esas emociones, de tristeza, de separación, de arrepentimiento, y simplemente la increíble necesidad de estar de vuelta con mis hijos y mi mujer”.

Sobre su retirada...

“Pienso más en el cómo que en el cuándo. En el cuándo aún no pienso tanto, pero en cuanto al cómo… creo que si empiezo a perder más, si superar los retos que implican los Grand Slams se convierten en un desafío cada vez mayor, entonces probablemente lo daré por terminado. Pero ahora mismo estoy bien, continuamos”.

Sobre haber sido detenido y finalmente deportado en 2022 desde Melbourne, adonde acudió para disputar un torneo, sin estar vacunado...

“Fue algo político. En realidad, no tenía nada que ver con la vacuna ni con el Covid ni con nada. Fue simplemente político. Los políticos no podían soportar que yo estuviera allí. Creo que para ellos era menos perjudicial deportarme que mantenerme allí”. “No soy provacunas. No soy antivacunas. Estoy a favor de la libertad de elegir lo que es correcto para ti y para tu cuerpo. Así que no me parece correcto que alguien me niegue el derecho a elegir lo que debo tomar o no para mi cuerpo”.

Sobre no vacunarse nunca contra el Covid...

“No sentía que la necesitara. Simplemente no lo sentía. Soy una persona sana, cuido de mi cuerpo y de mi salud, y soy un atleta profesional. Y como atleta profesional, soy extremadamente consciente de lo que consumo y me hago pruebas regularmente, análisis de sangre y demás, todo tipo de pruebas. Sé exactamente lo que me está pasando. Así que no sentí la necesidad de hacerlo. Además, quiero recalcar que no soy una amenaza para nadie. No era una amenaza para nadie porque tenía anticuerpos”.

Sobre ser juzgado por apoyar a Croacia en el Mundial 2018...

“Me juzgaron muchísimo, incluso altos cargos del Gobierno. Pero para mí es bastante sencillo: en primer lugar, tengo familia croata. En segundo lugar, es lo que siento en mi corazón: ¿cómo puedo animar a alguien que está más lejos de mí que a alguien que es mi vecino y con quien no solo tengo lazos familiares, sino también muchas similitudes?”.

Sobre si se dedicaría a la política en su país...

“En primer lugar, tengo que decir que mucha gente me pregunta si quiero ser político algún día, porque creen que debería presentarme a la presidencia de Serbia. Y ahora mismo, definitivamente no estoy interesado en eso porque creo que la escena política o el mundo político en nuestra región no es nada bueno... Hay tanta manipulación ahora mismo que incluso si entras en política con buenas intenciones... y tengo que recalcarlo una vez más, no estoy educado para la política. Así que incluso en el futuro, si pensara en algo así, primero pasaría por un periodo de preparación”.

Sobre si cree que alguna vez se batirán sus récords...

“La gente dice que mis récords nunca se batirán. Yo lo dudo. Quiero decir, Carlos podría ser ya el siguiente. Incluso Jannik. Si cuidan su cuerpo, si hacen las cosas de forma adecuada, se centran en la longevidad y en el largo plazo, entonces pueden hacerlo”.

Sobre Carlos Alcaraz diciendo que quiere hacer historia...

“Él mismo lo ha dicho, quiere hacer historia. Quiere ser ‘el mejor de la historia’. Respeto ese tipo de mentalidad, en plan: ‘Oye, creo que tengo lo que hay que tener’. Pero quizá sea un poco pronto para pensar en la historia”.

Sobre cómo la mayor intimidación que ha sentido antes o durante un partido fue con Rafael Nadal...

“Antes de jugar contra él, ya lo sentías... quiere hacer sentir su presencia. ¿Sabes? Físicamente. Estoy saltando. Estoy listo para una batalla. Voy a ser físico contigo desde el principio. Desde el primer momento, vas a escuchar mis gruñidos. Eso es muy intimidante para muchos jugadores”.

Sobre su relación personal con Roger Federer y Rafael Nadal...

“En privado, si te soy sincero, hay altibajos. Intento ser siempre respetuoso y amable con ellos fuera de la pista. Pero al principio no tuve esa aceptación, porque salía a la pista diciendo y demostrando que tenía confianza en mí mismo y que quería ganar. Y no creo que eso les gustara a ninguno de los dos al principio. Sobre todo porque la mayoría de los jugadores salían a jugar contra ellos, no a ganar. Y a lo mejor se distanciaron un poco más de mi debido a esa postura tan confiada. Y eso está bien. Lo acepté tal cual. Entendí el mensaje, que era: somos rivales y nada más. Y para ser franco, es muy difícil hacerte amigo durante la temporada de juego. Para ser honesto, si eres el mayor rival y estás constantemente compitiendo, el número uno, el dos y el tres del mundo, pues ser cercano, salir a cenar y hacer viajes con la familia es bastante difícil”.

Sobre su futura relación con ellos...

“Cada uno ha tenido y tiene actualmente su propio camino en la vida y en el viaje. Y creo que, con Roger, las últimas veces que lo he visto, hablamos de la familia, de estar de viaje. Y en realidad me gustaría conectar más con ellos a un nivel más profundo. Realmente lo deseo. Si eso va a suceder o no, no sé si ellos comparten el mismo deseo o voluntad. Yo sí. Y a ver, depende de cómo nos vaya a guiar la vida o nos vaya a ir a todos. Vivimos en sitios diferentes y el tenis es lo que más nos ha aportado a los tres, y probablemente siga haciéndolo de alguna forma. Definitivamente les extenderé mi invitación para pasar un rato de relax y reflexión. Me gustaría tomarme una copa o dos con ellos y hablar abiertamente de las cosas que les molestan de mí. O viceversa, lo que sea. Digámoslo todo. Y creo que me encantaría aprender de ellos y entender en qué pensaban, cómo manejaban ciertas situaciones en la cancha, cómo llevaban la presión del mundo cuando estaban en la cima. Y yo también tengo mis observaciones, porque los observé de la misma manera que ellos me observaron a mí a lo largo de los años. Pero es diferente cuando lo escuchas directamente de su boca”.

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