Billie Jean King: “Quiero que España ponga el mismo esfuerzo en sus chicas que en sus chicos”

Su simple presencia desprende un aura de leyenda, de grande como pocas en la historia del deporte. Billie Jean King (Long Beach, EE UU, 80 años) se sienta en una pequeña sala del Martín Carpena de Málaga y, antes de la entrevista, entabla una amigable conversación en la que acaba presumiendo del reciente título de sus Los Angeles Dodgers en la MLB. “Ese chico, Ohtani, es increíble”, dice con una sonrisa que no pierde durante media hora de charla. Ni siquiera cuando habla sobre la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones de su país (ella apoyó públicamente a Kamala Harris) o de la pena que le dará la retirada de Rafa Nadal. Sobre todo ello, y mucho más, habló con AS, gracias a la colaboración de Microsoft, el mito del tenis, ganadora de 39 Grand Slams (12 en individuales, 16 en dobles femenino y 11 en dobles mixto), y de la vida en general gracias a sus incesables acciones en busca de una sociedad mejor.

Pregunta: ¿Qué tal le va por Málaga?

Respuesta: Amo cualquier lugar de España. No había estado en Málaga nunca, así que estoy muy feliz. Aunque estoy muy preocupada por las inundaciones y por las familias, sobre todo en Valencia. Allí no jugué, aunque fui capitana de Estados Unidos en una eliminatoria en la que perdimos contra España en Valencia, creo recordar. Sé que el tiempo ha sido horrible con las inundaciones. Parece que por todo el mundo hay inundaciones e incendios. Así que espero que todo el mundo esté bien, eso lo primero. Me encanta España, su gente, la comida. Cualquier excusa que haya para venir es buena.

¿Cómo ve la evolución del torneo que lleva su nombre, la Billie Jean King Cup?

Puedo darte perspectiva porque estuve en la primera edición, en 1963, cuando tenía 19 años. Era el 50 aniversario y empezaron lo que se llamaba Copa Federación. Invitaron a 16 equipos en Queen’s Club, en Londres, y todo el mundo estaba impresionado, esperábamos que continuase. Y tengo que decir que no hay nada como jugar por mi país. Dicen ‘15-0, Estados Unidos’, y es muy diferente a ‘15-0, King’. Es una sensación increíble, y una increíble sensación de responsabilidad, es más grande que tú mismo. Me gustan los deportes de equipo, crecí jugándolos antes que al tenis, y en 1963 sabía el potencial que tenía. Para este año tenemos 137 federaciones jugando la Billie Jean King Cup, y en la Copa Davis hay incluso más. Queremos alentar a cada chica joven que juega al tenis, quiero que su sueño sea jugar por su país en la Billie Jean King Cup. Pero ha sido un camino largo, de 16 equipos a 137. Y no hace más que aumentar. Aquí, en Málaga, estamos con la Copa Davis, podemos ver a Nadal en sus últimos partidos. Amo a ese chico. Ojalá no lo dejase nunca. Es un gran embajador de nuestro deporte y de España. Me gusta, estoy acostumbrada a que los hombres y mujeres estén juntos en el tenis, ese es uno de los pluses que tenemos en este deporte, que juegan juntos al máximo nivel. Así que es genial.

Entiendo, entonces, que está a favor de que la BJKC se juegue junto con la Davis, al igual que en el pasado se ha mostrado partidaria de una fusión entre ATP y WTA.

No lo sé, tenemos que hablarlo y encontrar un modo de hacerlo porque hay mucha logística. Hay estadios, dinero... Es muy difícil (suspira y se ríe). No es fácil, desde fuera puede que lo sea, pero cuando lo ves te das cuenta de que no es tan sencillo. Pero tenemos que asegurarnos de que cada año hacemos un trabajo mejor.

Este es un torneo que innova. Microsoft ofrece a los equipos estadísticas avanzadas en tiempo real y una inteligencia artificial que analiza todos los aspectos del partido.

Ser una jugadora joven hoy en día sería increíble con la IA, con Microsoft y toda la información que hay. Me encantaría jugar en esta época. Estoy hecha para el hoy y el mañana, no para el ayer. Todavía juego un poco, pero lo digo como jugadora profesional. Me encanta recopilar toda la información posible. Hay jugadores que no pueden con mucha información, pero a mí dame toda para decidir qué es importante para mí. Cada vez va a llegar información más precisa gracias a la IA, y todo va a ser mucho más sofisticado. Espero que las jugadoras y los entrenadores lo usen, sobre todo los que entrenan a jóvenes jugadores para ayudarles con su juego. Pueden ver todo, sus porcentajes, dónde van las bolas... Es importante para que cada uno sea todo lo bueno que pueda ser. Sobre todo si van a ser profesionales. Estoy muy emocionada con todo ello.

Acaba de mencionar a Nadal y su retirada. ¿Qué legado deja?

Le conocí en Sudáfrica cuando él tenía 15 o 16 años y estaba jugando un torneo por equipos. Le pregunté a la gente que estaba allí quién iba a ser el mejor de todos esos jugadores jóvenes, y todo el mundo me dijo que él. He sido una afortunada por haber podido verle jugar. Tiene tanto amor, intensidad y pasión por el deporte. Sabes lo que siente cuando le ves. Hay jugadores de los que no se puede adivinar, pero de Rafa puedes averiguar lo que está sintiendo. Los niños le aman. Es muy interesante, porque los adultos tienden a ir con Federer y los jóvenes suelen ir con Rafa. Y, en el lado personal, yo tengo algo verdaderamente especial, y es que pude darle su 14º trofeo en Roland Garros. Soy la única mujer que le ha dado ese trofeo, fue el primer año que lo cambiaron y dejaron que una mujer se lo diese al hombre, y que un hombre se lo diese a la ganadora. Así que pude darle a Rafa su 14º trofeo. Ganar 14 Roland Garros (hace el gesto de que le explota la cabeza), es imposible (lo dice en español). ¿Cómo lo ha hecho? Pero bueno, ahora él seguirá de algún otro modo, será un embajador, tiene sus academias y va a ayudar a gente joven. Así que sé que será genial. Lo que sé es que, si Rafa pudiese jugar para siempre, lo haría, porque lo da todo.

Continuando en clave española, ¿cómo ve a la Selección para esta BJKC, sobre todo a Paula Badosa tras su gran año?

Badosa es fantástica, y es genial que ahora esté de vuelta, sana, es muy buena. Todo el mundo la quiere y representa este deporte tan bien. Y tengo la sensación de que ella solo acaba de empezar, porque ha tenido varias lesiones. También es una suerte que tengamos a Conchita Martínez como directora del torneo, la primera española que ganó Wimbledon, por ejemplo, y ha hecho un gran trabajo al frente. Ayuda de muchas maneras, no solo fue capitana de las chicas, también del equipo de la Davis, y no sé si la gente se percata de lo grande que es eso. Entiende muy bien este negocio, además. Cuando los jugadores me preguntan qué hacer, les digo que necesitan aprender el negocio. Muchos jugadores no lo hacen, pero así es cómo saben qué decisiones tomar.

En una entrevista con AS en 2013 mencionó que España no estaba cuidando el tenis femenino. ¿Lo mantiene hoy en día?

Bueno, para ser justos, no hay muchos Nadal o Alcaraz, al que por cierto adoro. Creo que es increíble. Juega por toda la pista, como yo solía jugar. Y su dejada es preciosa. En mis tiempos acostumbrábamos a hacer dejadas, y después dejaron de usarlas en los 80, yo pensaba que qué había pasado. Y él ha hecho que vuelvan a lo grande. Para mí, personalmente, fue decir ‘¡¡sí, ha vuelto!!’. Ver a Alcaraz es emocionante, va por toda la pista y eso es lo que a mí me encanta ver. Pero, volviendo a su pregunta, España tiene otro gran jugador en él, y Badosa creo que va a ayudar a las mujeres. Pero la gente tiene que invertir en deporte femenino tanto como en deporte masculino, y no se hace. Y se ve. Quiero lo que una chica pequeña crezca con el mismo sueño que un chico. Tengo un hermano pequeño que jugó al béisbol profesional, cada uno pudo hacer su deporte, pero se le daba mucha más atención a él. Cuando yo empecé, no había tenis profesional femenino, mi generación hizo que dejase de ser amateur. Veía lo que él tenía y lo que yo tenía. Mi hermano siempre dice que no se puede creer la diferencia y cómo la vida había sido mucho más sencilla para él que para mí por nuestro género. Y quiero que España ponga el mismo esfuerzo en sus chicas que en sus chicos, porque cada niño, olvídese de su género, tiene un sueño, y hay que crear oportunidades para que ese sueño se haga realidad.

Muy pocos acaban siendo profesionales, menos de un 1%, pero el sueño está ahí y puede que sigan vinculados al deporte. No tienes que ser únicamente un jugador. Puedes ser un periodista como usted, puedes estar en el negocio, ser un patrocinador... Puedes ser tantas cosas con las que estés acercado al deporte. Siempre le digo a los niños que, lleguen o no, pueden mantenerse en el deporte de algún modo, cerca de lo que aman. Y de eso va el tenis, es un deporte global. Tenemos que nutrirlo y cuidarlo, hacer que crezca. Hay estudios en Estados Unidos que dicen que el tenis es el deporte más saludable del mundo. Cada vez que le das el regalo del tenis a un niño, le das una buena oportunidad de estar sano y vivir incluso 10 años de más. El tenis no fue mi primer deporte, no sabía nada de tenis cuando empecé, venía de deportes de equipo como el baloncesto. Pero, cuando hago que alguien se interese por el tenis, le digo lo genial que ha sido el tenis conmigo y lo que puede hacer por otros. Lo que quiero es que la gente en España piensen en nutrir y dar a las chicas tantas oportunidades. Y ganas, el entusiasmo de un padre o una madre. Para mí significó mucho, mi padre me apoyaba tanto como a mi hermano, y quiero que cada niño, me da igual su género, alcance su sueño si puede.

¿Cómo cree que el tenis femenino ha ayudado al resto de deportes femeninos y, en un modo más global, al movimiento feminista en la sociedad?

Wow, es una buena pregunta (procede a pensar durante unos segundos). El tenis femenino es el líder en los deportes femeninos. Fuimos las primeras en dar un paso adelante y que nos fuese bien. Antes estuvo el golf, en el 13 mujeres comenzaron el LPGA en 1950. Nosotras tuvimos un circuito en 1971 y dimos un salto por encima del golf. Kathy Whitworth (ganadora de 88 torneos del LPGA, récord absoluto), cuando era número uno, ganaba unos 40.000 dólares, y yo hice más de 117.000, cifra que probablemente estaba en el top-5 de entre cualquier deportista en aquel tiempo. La razón por la que quería ganar más es para atraer más atención a nuestro circuito, el Virginia Slims Circuit. Cuando hacía entrevistas, hablaba sobre otras jugadoras, no sobre mí misma. Hablaba sobre el deporte y hacia dónde iba. Y eso es en lo que me gustaría que pensaran las jugadoras de hoy en día. Otros deportes están recogiendo cosas y mejorando mucho, como el fútbol o el baloncesto. Pero nosotras empezamos, fuimos las líderes, y tenemos que seguir luchando desde el liderazgo. Los deportes de equipo ayudan a eso porque a la gente le gusta apoyar a su país, y por eso la Billie Jean King Cup es tan importante.

En un tuit comentó estar “enfadada” y “confundida” tras las elecciones en su país.

Trump ganó. Es como un deportista, le das la mano. Has ganado, tú decides. No es que estuviese enfadada. He conocido en persona al presidente Trump. Ellos han ganado. Está bien, es su turno. Veremos...

Muchos deportistas estadounidenses se pronunciaron antes de las elecciones, no tanto los tenistas. ¿Lo echó en falta?

No, creo que eso depende de cada persona. No creo que todos seamos autoridad, depende de lo que quiera hacer uno. Cada uno es diferente y son épocas diferentes de la vida. Yo he querido hacerlo y mostrar mi apoyo (a Kamala Harris), pero está bien que cada uno haga lo que considere.

Hablando de presidentes estadounidenses, el año pasado se cumplieron 50 años de su ‘Batalla de los Sexos’ frente a Bobby Riggs, un partido que Barack Obama le confesó que le inspiró mucho.

La primera vez que conocí al presidente Obama fue en el Despacho Oval. Me dijo que él tenía 12 años cuando jugué contra Riggs, que ahora tenía dos hijas y que ese partido le hizo pensar muy diferente sobre la vida y la sociedad, sobre hombres y mujeres. Él dijo que estaba muy agradecido por el hecho de que hubiese jugado ese partido porque le hizo pensar en cómo quería educar a sus hijas. Es muy interesante que ese partido lo siguieron 90 millones de personas, algo gigante, por todo el mundo. ¡90 millones! Por ponerlo en perspectiva, la Super Bowl de aquel año la vieron 53 millones de personas. Nosotros casi el doble. Probablemente fue el evento deportivo más grande del año, y afectó a mujeres y hombres. Las mujeres tuvieron más confianza en ellas mismas después de ello, pidieron subidas de salarios, pensaron que querían tener una buena vida, se me acercaban y me decían que había cambiado su vida, que empezaron a tener objetivos e ir a por ellos.

Y los hombres se me acercaban, muchas veces bastante más pensativos, algunos llorando, y me decían que les había hecho pararse a pensar en su hijo y en su hija, y que por primera vez se dieron cuenta de que querían para su hija las mismas oportunidades que para su hijo. Así que es muy interesante la forma en la que la gente fue afectada, cada persona de un modo distinto, pero hubo un tema común entre mujeres y hombres. En aquel momento, las mujeres no podían tener una tarjeta de crédito propia, teníamos cuotas en las clases universitarias antes de 1972 y el Título IX (parte de las Enmiendas de Educación de aquel año que protegió a las personas de discriminaciones por razones de sexo) lo quitó. El Título IX es uno de los grandes motivos por el que tenemos deporte femenino hoy en día de este modo. Se abrió a las becas deportivas por primera vez para las chicas, hasta entonces no conseguíamos nada. No teníamos ligas, entrenadores, nada. Título IX fue en 1972, y este partido fue en 1973, por lo que estas cosas fueron muy importantes para que la sociedad fuese hacia adelante. Mujeres deportistas de todo el mundo vienen a universidades de Estados Unidos por esas becas, antes no lo hacían.

¿Es usted un tipo de persona que mira hacia atrás y valora todo lo que ha conseguido, dentro y fuera de la pista?

No pienso mucho en mí misma. No sé por qué tendría que hacerlo. Y es que no he acabado todavía. Sigo en la industria del deporte femenino. Acabamos de crear una liga profesional de hockey hielo, he sido parte de ello. Una jugadora vino a Ilana Kloss (su esposa) y a mí y nos dijo que si le podíamos ayudar. Y así salió eso, pero Mark Walter es la razón por la que ha pasado. Él invirtió y cree en ello a largo plazo. La gente se tiene que preguntar si está invirtiendo tanto en deporte femenino como en masculino. Muchos de ellos no lo están haciendo. Así que, ¿cómo podemos esperar que las mujeres tengan lo mismo que los hombres? No pueden. Tienes que poner tiempo, esfuerzo, dinero, no una inversión por caridad, sino lo mismo que en el deporte masculino. Y ahora está empezando a pasar. Mira a España ganando el Mundial de fútbol, estuve ahí en Australia y tengo fotos con el equipo, fue fantástico ver al equipo ganar y lo emocionadas que estaban. Sé que han tenido sus desafíos, y quizás por haber ganado la gente está dispuesta a escucharlas y cambiar, ahí es cuando son poderosas. Cuando ganas, puedes ir a por ello, pedir más, provocar cambios. Es tu turno en ese momento.

Sobre mis logros, no lo sé, no sé qué decir, la verdad. ¿Qué es importante? Los ha habido en la pista y fuera. Pero hice un trato conmigo misma que decía que, si iba a ayudar a que el tenis cambiase de amateur a profesional y que creciese, muy probablemente no iba a ganar tanto sobre la pista. Pero estaba dispuesta a ganar menos en la pista si podía mejorar el deporte. Hice esa edición a una temprana edad, sabía que no iba a tener tantas victorias y que me metería en problemas. Me metí en problemas, sí. A veces no me permitían jugar en algunos torneos. ¿Y qué? Cambiamos el deporte. El tenis es un deporte mucho mejor por lo que mi generación, hombres y mujeres. Lo llevamos de algo amateur a profesional. Y ese fue el gran salto. Cuando un jugador hoy en día te dice ‘no, a mí no me importa el dinero, me importan los títulos’, es que no entiende la historia. Nada. No entiende por lo que tuvieron que pasar otros antes que ellos. Si quieren ganar 14 dólares al día y ver cómo se vive así... ¿Se lo puede preguntar usted a los jugadores a partir de ahora cuando se lo digan? ¿De verdad que no te importa el dinero y solo los títulos? No lo creo, porque a ningún profesional le gustaría vivir con 14 dólares, no me gusta cuando lo dicen porque muestran que no entienden nada y porque el dinero es extremadamente importante.

Entonces, y ahora que el tenis también está coqueteando con Arabia Saudí, ¿entiende decisiones como la de Jon Rahm de irse a jugar a LIV Golf, con el dinero como gran motivo, a pesar de que provenga de países con dudoso historial?

Los jugadores quieren más dinero, y hay ciertos países que tienen más dinero. Si te vas dando cuenta a lo largo de la historia, si la gente quería seguir el dinero tenía que ir a países en los que había más. Y la cosa es que no ves torneos femeninos de LIV Golf, ¿no?

Existen las Aramco Series, también del PIF saudí, aunque es cierto que su bolsa de premios (75.000 dólares a las ganadoras) es mucho menor que en LIV (cuatro millones).

¡Exacto! Eso lo ves con los hombres. Siempre cuidan de los chicos primero. Lo que hombres como Rahm pueden decir: ‘lo he hecho por mi familia, es más dinero para mi familia’, y todos ustedes (los periodistas), discúlpeme pero se marchan. Si una mujer dijese esto, ¿estaría bien? Probablemente no, seguirían preguntándole cosas. ‘¿A qué se refiere? ¿Cómo que más dinero?’. ¡No! Nos deberían hacer las mismas preguntas que a ellos y ya está. Pero no lo hacen. Siempre se pregunta más a las mujeres, nos suelen preguntar más cosas de nuestras vidas personales que nunca hacen a los hombres. Y eso no esta bien. Pero, normalmente, los jugadores y los deportes quieren más dinero, así que tienen que ir a países que tienen más dinero. ¿Puede haber un cambio? No lo sé. Espero, aunque va a llevar un largo tiempo.

¿Qué le pide al tenis femenino en particular y al deporte femenino en general en el futuro próximo?

Quiero oportunidades para niñas y mujeres. Y para hombres también. Quiero que la gente invierta en deporte femenino tanto como en el masculino. Ya está cambiando. Ahora tenemos milmillonarios invirtiendo, así empezó la liga de hockey hielo. Tienen que ser inversiones a largo plazo, y sé que recibirán de vuelta por su inversión. La gente tiene que entender que es posible. Hay que apostar por ello. En el tenis femenino, tienes que llevar a tu deporte contigo. Según creces y ganas, debes llevar a tu deporte contigo. Siempre hablo de otras jugadoras, del circuito, de cómo vamos a ser más grandes. Me gustaría ver que las jugadoras empiezan a pensar así, que entienden el negocio y cómo quieren ser parte de este posible cambio. Que no sea solo ‘oh, estoy ganando títulos y ganando mucho dinero’. Eso está bien, pero no atrae a los niños. ¿Qué pasa con los niños y niñas que están soñando? Tienes que hablar con ellos también, no puedes solo hablar de ti mismo. A ver, puedes, pero creo que es muy aburrido. Y creo que pueden contribuir mucho en las vidas de otros, introducir más niños en este deporte. Vuelvo a que es el deporte más sano del mundo, no puedes equivocarte si lo estás apoyando.

Y no tiene que ser solo para los ricos. Yo he crecido en pistas públicas. Tenía entrenos gratis. Mi hermano aprendió así a jugar al béisbol. Los niños no tienen que gastar dinero en eso. Tienes que dar todo el acceso gratuito que puedas. Eso es complicado porque cuesta mucho, pero es posible. Piensa en esos niños. Quizás no van a ser un campeón, pero puede que desarrollen una raqueta mejor, un encordaje mejor, o que vayan a una compañía y desarrollen una IA. No lo sé, hay mil cosas y uno nunca sabe qué puede pasar. Es por eso por lo que es importante seguir aprendiendo, y aprendiendo a aprender. Pero me gustaría ver a los jugadores de esta generación que empiecen a edificar de nuevo nuestro deporte. Pueden hacerlo. Hay jugadores fantásticos. Me encanta ver tenis, desde algo amateur hasta los profesionales. Amo el tenis.

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