El partido entre Roger Federer y Rafa Nadal de la final de Wimbledon de 2008 está considerado el mejor de la historia del tenis
La lucha deportiva entre Rafa Nadal y Roger Federer está considerada como la mejor y más importante rivalidad de todos los tiempos. Se trata de estilos de juego totalmente opuestos que han llevado a estos dos tenistas a ganarlo todo. Es el virtuosismo y la clase contra la fortaleza física, y esta mezcla hace de estos enfrentamientos los más atrayentes para el público, ya que ofrecen una variedad impresionante de cualidades sobre la cancha. Entre ambos, desde el Wimbledon de 2003 y hasta el Roland Garros de 2011 se llevaron 26 de los 32 majors y se repartieron también el título de número uno entre febrero de 2004 y el 4 de julio de 2011. En victorias domina el balear, considerado el mejor tenista en tierra, frente al más completo sobre cualquier superficie, quien le vence en sus cifras de copas de grand slam alzadas. De todos los partidos que han jugado, queda uno para el recuerdo, considerado el mejor de la historia: la final de Wimbledon de 2008, donde después de casi cinco horas el juego de fondo se impuso a las voleas en la red y a los golpes imposibles del helvético.
NOVAK DJOKOVIC-ANDY MURRAY
Con apenas la misma edad, ya que Murray sólo cuenta con una semana más de vida que Djokovic, ambos son amigos desde juniors, cuando el escocés derrotó al serbio en el primer partido que jugaron. El partido más recordado entre ambos fue el que le sirvió al escocés para llevarse el US Open de 2012 después de casi cinco horas de plena actividad en la pista para lograr alzarse con su primer título de grand slam. Entre mayo y agosto de 2013 ambos reinaron en lo más alto de la clasificación ATP, el serbio como número uno y Murray como segundo.
ROGER FEDERER-ANDY MURRAY
El escocés puede presumir de ser, junto a Rafael Nadal, uno de los dos tenistas que posee un récord positivo de partidos ganados contra el suizo. Probablemente, la más dolorosa para el helvético fue la derrota en verano de 2012 en su pasto londinense, cuando un Murray jaleado como local se impuso para llevarse la medalla de oro de los Juegos Olímpicos y arrebatar así la ilusión de Su Majestad por hacerse con el conocido como Golden Slam (los cuatro grandes y el oro en singles de los Juegos).
JOHN MCENROE-JIMMY CONNORS
Como Sampras y Agassi, se trataba de una competencia entre jugadores de un mismo país y fue mítica en los años 80 por sus fuer tes personalidades. Desde 1977 a 1991 ambos jugaron en 34 ocasiones uno frente al otro, y el showman se impuso por 20- 14 en una serie que nunca estuvo falta de polémica. En cuanto a finales, el recuento estuvo más igualado, 8-7 para McEnroe (6- 3 también para él en finales de grand slam).
JOHN MCENROE-IVAN LENDL
El checo fue el rey claro en estos 36 enfrentamientos (21-15) jugados entre 1980 y 1992, impuso la hegemonía de su tenis con rigor frente al hombre-espectáculo de Nueva York que jugaba con más pasión. No obstante, el estadounidense fue quien ganó en triunfos en las 18 finales totales que disputaron, tres de ellas en grand slam. Uno de los partidos que más se recuerda entre ambos fue la final de Roland Garros, cuando Lendl remontó dos sets abajo para llevarse el título.
JOHN MCENROE-BJÖRN BORG
El fuego y el hielo, como se les apodaba por su carácter sobre las canchas, empataron en su rivalidad: cada uno se llevó siete de los 14 choques en los que se vieron las caras entre 1978 y 1981. En 1980 McEnroe llegó a la final de Wimbledon por primera vez, donde salvó hasta cinco puntos de partido frente al sueco, quien se llevó el cetro en uno de los choques más memorables de la historia del tenis. El americano se vengó en el mismo año en la final del US Open en cinco sets. En 1981, McEnroe sí venció en la final del grand slam londinense al sueco, y rompió también así su racha de 41 victorias consecutivas en el All England Club. Fueron pocos partidos porque el sueco protagonizó una de las retiradas más prematuras de la historia del tenis, dejando el deporte con apenas 25 años, sin haber ganado nunca el US Open.
JIMMY CONNORS-IVAN LENDL
Esta serie se cerró con 35 partidos. El checo dominó en 22 ocasiones, y curiosamente lo hizo en las 17 primeras, mientras que el estadounidense acabó por encima en las ocho últimas. Connors se impuso en finales: 4-2. Ambos números uno alcanzaron ochos títulos de grand slam cada uno. Lendl se midió también a Stefan Edberg en hasta 27 ocasiones durante sus carreras, liderando el sueco la serie con un apretado 14-13.
PETE SAMPRAS-ANDRE AGASSI
Se trata de una contienda especial porque se trasladó también a fuera de las canchas y porque tuvo lugar entre dos jugadores del mismo país: Estados Unidos. Corría la década de los 90. Al igual que Federer y Nadal, el juego de estos dos tenistas no se parecía en nada. El ídolo del tenista suizo se impuso frente al excéntrico americano de pelo largo y pantalones rosa en un total de 20 ocasiones, por las 14 de Agassi. Menos en Roland Garros, se vieron en las demás finales de grand slam con sus antagónicos estilos. El partido que más se recuerda entre ambos fue en cuartos de final del US Open en 2001, donde Sampras se impuso. Aunque se suele decir que hubo empate, ya que no materializaron ninguna de las nueve opciones de break y todos los sets se decidieron en la muerte súbita.
ROD LAVER-ROY EMERSON
Ambos australianos dominaron el tenis de finales de los 50 y principios de los 60, aunque uno de los dos destacó por encima del otro con fuerza. Este fue Laver, quien se impuso tanto durante la era amateur como en la open, y sobre todas las superficies. Laver ingresó antes al circuito profesional, por lo que esta rivalidad podría haber sido mayor. En cualquier caso, no se quedan cortos los 67 partidos en los que se vieron las caras, con 49 victorias para Laver, quien venció en 21 de las 10 finales que disputaron (siete de ellas en grand slams, por dos para Emerson).
ROD LAVER-KEN ROSEWALL
De nuevo un duelo entre dos compatriotas, y en esta ocasión también amigos. Los dos australianos jugaron en diferentes circuitos, por lo que no se midieron hasta 1963. Desde entonces hasta 1976 jugaron al menos 144 partidos, en los que Laver se impuso por 80-64 gracias a su técnica superior y a un mejor servicio.
BORIS BECKER-STEFAN EDBERG
Es de las más importantes por el número de veces que se repitió: hasta un total de 35 entre 1984 y 1996. Tres de ellas tuvieron lugar de manera consecutiva en la final de Wimbledon. Ambos conquistaron seis títulos de grand slam, aunque en enfrentamientos personales fue el alemán quien se impuso al sueco por 25-10. De hecho, la importancia de esta rivalidad se extiende hasta nuestros tiempos, ya que en la rueda de prensa posterior a su victoria en el All England Club en 2009, Roger Federer dijo que esta competencia fue su inspiración para decantarse por el tenis en lugar de jugar al fútbol.
STEFFI GRAF-MONICA SELES
Se trata de una de las rivalidades más trágicas de la historia del tenis. A tanto llegó el entusiasmo de uno de los aficionados que este terminó apuñalando a la zurda serbia en abril de 1993, en el torneo de Hamburgo. La número uno del mundo se vio sorprendida mientras estaba sentada en la silla por un espectador que no podía soportar que le hubiese arrebatado el cetro a la tenista alemana y compatriota del atacante. Este utilizó un cuchillo de cocina de 23 centímetros que mantuvo a la entonces yugoslava 28 meses lejos de las pistas y devolvió el liderato a Graf. Antes, entre 1991 y 1993, entre las dos se repartieron los grand slams disputados. Se midieron en un total de 15 ocasiones con 10 victorias para la germana. De no haber ocurrido esta desgracia, probablemente sería una de las rivalidades más destacadas de la historia del deporte de la raqueta.
KEN ROSEWALL-PANCHO GONZALES
Esta disputa destaca por el número de veces en las que se enfrentaron, un total de 182, con 107 victorias para el estadounidense y número uno del mundo y 75 para el australiano. Ambos, sólo en el año 1957, se enfrentaron en hasta 80 ocasiones. Gonzales también se midió a Jack Kramer en hasta 139 ocasiones entre 1949 y 1954 en la era preopen.
MARTINA NAVRATILOVA-CHRIS EVERT
Durante 15 años mantuvieron a una competencia que las llevó a disputar hasta 80 partidos entre 1973 y 1988, con la checa imponiéndose por 43-37 a la estadounidense en la serie, incluyendo partidos de WTA, Copa Federación y grand slams. Por décadas, la potente Evert se metió los 70 en los bolsillos, mientras que los 80 se decantaron por Navratilova y su estilo de saque y volea.
LAS WILLIAMS
Esta es una rivalidad fraternal. Primero llegó Venus a la elite y después lo hizo Serena, quien todavía domina en la actualidad con una vuelta apoteósica a las canchas tras rozar la retirada por enfermedad. Ambas han ocupado el número uno de la clasificación y actualmente lo vuelve a ostentar Serena. No obstante, esta es un enfrentamiento sano, ya que ambas dominan jugando en dobles.
La Batalla de los sexos
A continuación, una de las rivalidades más curiosas del tenis. Tuvo lugar entre el entonces extenista Bobby Riggs y la jugadora Billie Jean King. Cuando ya había cumplido más del medio siglo de edad, manifestó que el tenis femenino tenía tan poca calidad que incluso con sus años podría vencer a cualquier mujer.
La conocida como Batalla de los sexos tuvo lugar el 20 de septiembre de 1973 en Houston y la joven que aceptó y venció el reto (6-4, 6-3 y 6-3) fue Billie Jean King, pentacampeona de Wimbledon. Para las mujeres, este espectáculo sirvió para reclamar igualdad en los premios, algo que hoy llevan ya a la práctica los cuatro majors pese a las opiniones en contra de aquellos que argumentan que los partidos masculinos son más largos y entretienen más, por lo que generan más beneficios. En 1992 Jimmy Connors se midió también a una mujer: Martina Navratilova. El partido fue a un solo set que se llevó el estadounidense por 6-1.