Australia ‘juega’ en casa
Alex de Miñaur, de madre española y residente en Alicante, y Alexei Popyrin, diez años en España, animan a la grada del Carpena a adoptarles como locales.
Australia, potencia tradicional del tenis que debuta este miércoles (16:00, Movistar Deportes) frente a Chequia, es la segunda nación en títulos de Copa Davis (28 por los 32 de Estados Unidos). Pero desde hace 20 años, en 2003, no levanta la Ensaladera, cuando derrotó en la hierba de Melbourne a España por 3-1 con su ahora capitán en las Finales de Málaga, Lleyton Hewitt, en un equipo que completaban Mark Philippoussis y los doblistas Wayne Arthurs y Todd Woodbridge.
La pasión que transmitía ese cuarteto es la que ahora Rusty Hewitt intenta insuflar en las venas de Alex de Miñaur, Max Purcell, Alexei Popyrin, Jordan Thompson y Mathew Ebden. El año pasado, ya estuvieron cerca del título. Sólo Canadá (2-0) les separó de romper la sequía. Una edición en la que De Miñaur, hablando en castellano en las entrevistas postpartido, ya cautivó a la grada del Carpena.
Locales
Y es que, aunque casi 16.000 km separen Australia de España, los aussies quieren arrogarse el papel de local en ausencia del anfitrión, eliminado en la fase de grupos de septiembre. “Esperemos que, como no hay equipo español, nos hayamos convertido en el equipo de casa. Animo a toda la gente a que vengan a apoyarnos. Que sepan que tenemos un poco de sangre española. Y no sólo yo, también Alexei (Popyrin)”, advirtió De Miñaur, de 24 años y número 12 del mundo, de padre uruguayo y madre española con los que llegó en 2004 a Alicante, donde vive y entrena a las órdenes de Adolfo Gutiérrez. La por entonces convulsa Federación Española con José Luis Escañuela al frente no fue capaz de atraer a la perla hacia sus redes, y Australia se adelantó con un generoso apoyo económico.
Popyrin (24 años y 40º), que entró a última hora por la lesion de Thanasi Kokkinakis, también lanzó el anzuelo al público español. “Viví cinco años en Alicante y llevo otros cinco en Marbella, así que soy como un jugador local. Mis mejores amigos están en esta zona, así que este es un torneo en casa para mí”, reveló divertido en la rueda de prensa.
Sin el díscolo y siempre imprevisible Nick Kyrgios (sólo ha jugado un partido este año y fue sometido a una cirugía en su rodilla izquierda), De Miñaur es el alma de los oceánicos. Y viene dispuesto a ganarse también el corazón de la grada en el intento de hacer campeona de nuevo a Australia.
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