"Pase lo que pase, debo estar fresco de mente"

De nuevo en la final. ¿Qué sensación tiene?

Emoción. He pasado por momentos duros este verano y aquí me he despertado cada día con una gran ilusión de dar lo mejor. Y el resultado ha sido positivo.

Ante Djokovic, ¿cabe otra estrategia?

El saque y volea (bromea). Yo tengo mi juego y ya le he ganado en el pasado con mi tenis. Debo ser fuerte de mente, luchar cada bola y creer en la victoria. Algo que no he hecho en algunos momentos del año. Si saco mi drive largo, alto y fuerte tendré ventaja. Pero no debo hacer eso una vez, sino mil. Además, debo estar fresco de mente pase lo que pase, aunque me esté pegando una paliza. Ser positivo, porque he cogido la línea que venía buscando. No ser el favorito, además, me quita presión.

¿Qué cambió en Djokovic este año para que le haya superado cinco veces?

Sus movimientos son mejores y comete menos errores. Debía haberle ganado uno de los dos primeros partidos este año, Indian Wells o Miami. Después, me sentí más favorito en la final de Wimbledon, porque había jugado muy bien y frente a él hice mi peor partido. No estoy feliz con mi rendimiento mental contra Novak este año. Hay momentos en los que no creí al cien por cien en la victoria. Y eso es un gran problema.

Pero llegó a las finales...

El año es fantástico. Pero ha habido un tenista mejor. El nivel ha sido óptimo menos en los dos últimos torneos. Me había faltado ilusión para levantarme todos los días. Cuando llegó Toni a Nueva York, ya estaba mejor de golpes. El trabajo ha sido más mental que tenístico, hemos cogido confianza y cada vez he ido a más.

¿Y esos lapsus que sufrió en la final de Wimbledon o en otros partidos, cómo se corrigen?

Lo que te da la confianza es ganar. Lo que te lleva arriba es estar serio, no pasar esos lapsus. Y aquí no los he tenido, pero tampoco en Wimbledon hasta la final. Sí, este año he sufrido más altibajos mentales, pero también soy mejor tenista y lo he compensado.