Tenis | Wimbledon
Nadal, en Wimbledon: "Tengo un mal cuadro"
Es la hora de Wimbledon. La hora de la hierba. Rafa Nadal volverá a intentar conseguir el dificilísimo reto de hacer doblete en Roland Garros y Wimbledon como ya consiguió en 2008. Los obstáculos: un cuadro lleno de pegadores y un tal Federer, seis veces campeón.
El sonido es inconfundible: un gemido como el de un árbol que cae, como el de la oruga de un vehículo blindado o como el impacto del gancho de Joe Frazier. Ese sonido inconfundible, croock, delata la pista donde ruge (ante Tommy Robredo) el ingenio emisor de semejante descarga: la raqueta de Rafael Nadal Parera, número uno del mundo, campeón de siete Grand Slams.
Nadal ya se entrena en el All England. Él y su grupo comparten casa con Feliciano López, casi en los jardines del club. Dos años después del legendario título de 2008, Nadal regresa a Wimbledon: por primera vez, como líder de la ATP. Debutará el martes ante Kei Nishikori, principito japonés del viejo Nick Bollettieri. A Nick le fascinan los cordajes de Nadal. "Tengo un mal cuadro, complicado, lleno de sacadores que no dejarán coger ritmo", observa Rafa. Tras Nishikori, intuye sombras pegadoras: Blake o Haase, Gulbis, y en cuartos Soderling.
"Me hablan de las rodillas de Nadal y yo cada vez le veo mejor", sugiere Larry Stefanki, entrenador de Roddick, contra quien Nadal luchó como un desesperado en el entrenamiento del viernes. "Calma, Rafa", le bromeó Roddick. "Tres o cuatro golpes ganadores en un solo punto deberían estar prohibidos", dijo ayer Robredo en Aorangi Park tras tres o cuatro ganchos de Rafa Frazier. Llega Wimbledon, viene Isabel II y Nadal tiene un mal cuadro: peor para el cuadro.