La QH provoca un seísmo con su aplazamiento por el calor

La organización se ve obligada a posponer la marcha 48 horas antes de su celebración, con muchos participantes ya en Sabiñánigo, ante la expectativa de temperaturas máximas que rondarán los 40 grados

Si antes lo decimos, antes ocurre. Todo el mundo se las prometía felices ante la posibilidad de un sábado festivo en Sabiñánigo. Pirineo aragonés. Junio. La situación sanitaria normalizada y 12.000 bicicletas surcando las montañas en el evento cicloturista más masivo de nuestro país. Error.

Porque las previsiones que apuntaban calor el sábado no sólo se han cumplido, sino que han ido empeorando con el paso de los días y la organización del CC Edelweiss y Octagon ha decidido aplazar la Quebrantahuesos y la Treparriscos ante la posibilidad de que se disputase en condiciones extremas. Así que la organización ha comunicado esta misma tarde el aplazamiento del evento.

En su breve comunicado apuntan que la decisión se ha tomado “ante el empeoramiento de las condiciones observado en las últimas horas” y siguiendo en todo momento “las recomendaciones de las autoridades francesas y españolas”, por lo que lo definen como un ejercicio de “responsabilidad”. Además, afirman que ya se encuentran “valorando la fecha idónea para la prueba”.

Y ahora un poco de intrahistoria. Para que podáis entender mejor lo que mueve un evento de estas características, había distintas marcas que habían mandado convocatorias de prensa a eventos derivados de la QH. A este que os escribe le han llegado como cuatro correos electrónicos desconvocando todos esos eventos. Sumadle reservas de alojamientos, campings, etcétera, y la incertidumbre de no saber si en la próxima fecha la gente podrá cuadrar el evento con sus vidas.

De hecho, las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. El tuit con el que la organización anunciaba la noticia tenía 140 respuestas en apenas siete horas, y la mayoría de ellas negativas. Pero, tras leerlas, más que por la decisión de aplazar las críticas llegan por haber esperado tanto, sabiendo que había posibilidad de ola de calor. Y es que mucha gente estaba ya en los alrededores para disputar la prueba y se ve ahora con el alojamiento ya pagado, en el lugar de la salida y con la marcha cancelada.

Bien es cierto, y esto lo digo porque yo mismo hice las búsquedas hace cuatro días para el artículo anterior, que la previsión de temperatura máxima ha subido de 35 a 39 grados en Sabiñánigo y la posibilidad de lluvias ha caído a 0. En la cima de la Marie Blanque, por ejemplo, se podría llegar a 35, y Portalet y Somport tendrían más de 30 grados durante buena parte de las subidas. No son los números que manejábamos hace cuatro días.

Es comprensible, también, el malestar de quienes se han quedado en tierra ya con todo hecho y el viaje emprendido. Y además es bastante complicado que sean compensados por esa pérdida, más allá de retenerles el dorsal para que puedan participar en la nueva fecha. Es cierto, también, que el frío del año pasado deslució la edición, reportó numerosas críticas y tal vez eso haya pesado en tomar esta decisión. Lo que está claro es que no ha dejado indiferente a nadie.

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