LA DORMILONA

16 títulos y dos coronas a repartir

El segundo tramo de la temporada deparará qué pareja o parejas se imponen en los circuitos World Padel Tour y Premier Padel en un año de gran carga.

ZIPI ARAGONEFE

Quedan 16 títulos por delante. La temporada 2022 está a punto de afrontar su segundo tramo de año y por delante, tanto en World Padel Tour como Premier Padel, quedan muchos trofeos por repartir y dos coronas por otorgar allá por el mes de diciembre.

Y es que, sin duda, la de 2022 será recordada como la temporada más cargada de la historia del pádel -al menos, esperemos, de este modo-. Por encima de las 30 pruebas en modalidad masculina -no así en el femenino- la pista ha repartido ya muchas bazas, descartado varios aspirantes, y ninguno de ellos de forma definitiva.

Y es que con 16 torneos por disputarse -11 de World Padel Tour y cinco más del calendario tentativo de Premier Padel- el escenario del segundo tramo de año deja muy abierta la pugna competitiva. Por títulos, picos de forma y balance final de temporada.

Los precedentes de 2021

Esta es una lección que, sin duda, aprendimos ya de 2021. Cuando nos hallábamos inmersos en la pelea entre Galán y Lebrón y Sanyo y Bela, estos últimos pusieron punto y final a su periplo y emergieron unos pluscuamperfectos Navarro y Di Nenno que, hasta la fecha, apenas habían hecho acto de presencia.

Septiembre, dual en su concepción, empieza a erigirse como el mes clave para baremar el estado real de los proyectos ganadores -de los que llegan- y a su vez como un catalizador para aquellos que no consiguieron los resultados esperados.

Porque si valoramos 2022 por lo acontecido dentro del 20x10, cada corona es una ecuación de dos incógnitas con un único común denominador, los número uno. Galán y Lebrón y Gutiérrez y Tapia -en World Padel Tour- y Lebrón y Galán y Navarro y Di Nenno -en Premier Padel-.

Hasta aquí, lo hecho. Pero, como decíamos, en un año tan cargado de pruebas y con una exigencia física desmedida, el calendario premiará el fondo y no el sprint en una especie de carrera suicida contra todo y contra todos.

Por ello vamos a analizar la realidad de los tres proyectos que están inmersos en la pelea real por el título de números uno de ambos circuitos. El resto, aunque cerca, parecen lejos de alcanzar una regularidad que les permitiera meterse en la pugna.

Galán y Lebrón, un valor seguro

Los números uno no son infalibles, pero casi. Si su capacidad para atesorar títulos está fuera de toda duda, la fiabilidad de su proyecto se basa en la regularidad para llegar a instancias finales. Son un valor seguro.

Y es que Juan Lebrón y Ale Galán han pisado 13 de las 17 finales disputadas esta temporada -9 de 12 en WPT y cuatro de cinco en Premier-. Unos números que avalan de la mejor forma posible la solvencia de un proyecto que tropieza, y muy poco, y suma, y mucho más, torneo sí y torneo también. Siete títulos les contemplan -cuatro y tres, respectivamente.

Galán y Lebrón durante la final del Madrid P1 de Premier Padel.

Pero hay más, mucho más. Galán y Lebrón están más empastados, son más fiables y muestran más recursos en situaciones de juego adversas -su piedra de toque, quizá, hasta la fecha- y navegan intratables con condiciones de pista rápida con facilidad para la presión, el achique o la definición.

Por delante, como pasó casi desde que unieran sus caminos, la presión de estar siempre bajo el foco. Los españoles se saben en la diana deportiva, popular y mediática -con o sin razón- y tendrán que seguir haciendo gala -junto a su equipo- de ese difícil equilibrio emocional -algo en lo que, por otro lado, es evidente la mejora-.

Galán y Lebrón llevan dos temporadas en el número uno. Y no es una casualidad.

Sanyo y Tapia, garantía competitiva

Los argentinos unieron sus caminos para soñar con un imposible y, lo que es seguro, es que están mucho más cerca de él de lo que quizá hubieran imaginado que estarían a mitad de temporada.

Y es que en su haber cuentan con un soberbio rendimiento en la temporada WPT y un inicio esperanzador en Premier. Con cinco títulos de cinco finales disputadas en territorio Damm, nunca han caído antes de la ronda de semifinales. En el circuito de la FIP y QSI, por su parte, no pudieron comenzar a competir juntos hasta la cuarta fecha, en Madrid, y desde entonces atesoran unas semis y unos cuartos de final.

Tapia y Sanyo se abrazan tras una victoria imposible.

Sanyo Gutiérrez y Agustín Tapia han conseguido alinear dos estilos de juego antagónicos en pos de una estrategia común. Agustín, talento puro donde los haya, domina el difícil arte de aparecer poco y hacerlo con calidad para condicionar y definir. Sanyo, antaño el talentoso de sus parejas, hace gala de una alta capacidad para la lectura del juego y los partidos y se ha convertido en el metrónomo de la pareja.

Por delante, y con la opción ya tangible de acceder al número dos de WPT, la pelea real por el número uno. En Premier, en cambio, contarán con un difícil hándicap a revertir tras su inicio tardío. Sus opciones pasan por, mantenida la fiabilidad, ser capaces de superar en el head to head a unos números uno que se han impuesto en seis de los nueve enfrentamientos.

Con los genios todo es posible. Y Sanyo y Tapia atesoran los mejor trucos.

Navarro y Di Nenno y el espejo del pasado

La dupla hispano-argentina parece rendir mejor sin presión. Así ocurrió en 2021 y así deberán afrontar el segundo tramo de esta nueva temporada tras no haber acabado de encontrar la regularidad que les permitió acariciar el número uno.

Y es que Paquito Navarro y Martín Di Nenno, en un punto de partida más avanzado que el año pasado, comenzaron el año con luces y sombras. Y así se han mantenido el resto de temporada mezclando grandes exhibiciones y sonados frenazos en su intento de aspirar a algo más.

Con un título en la temporada WPT, su irregularidad ha quedado manifiesta habiendo pisado tan solo una final más. Su buen hacer en Premier con un título y tres de cinco finales posibles ha sido el que les ha permitido mantener a flote un proyecto que estaba llamado a mucho más -conviven, de hecho, desde hace meses con los rumores de una posible ruptura-.

Martín Di Nenno Paquito Navarro durante un partido de la temporada. ZIPI ARAGONEFE

Pero, si algo tienen a su favor, es que ya saben lo que es llegar desde atrás. En una temporada -como ya decíamos- donde se premia más el consumo que el reprís, el mejor espejo lo tienen en su pasado más reciente. Lo hecho de septiembre a diciembre del año pasado es la meta a alcanzar y, a su vez, el mayor de los condicionantes -defienden muchos puntos-.

Navarro y Di Nenno deben recuperar esa energía conjunta que les permitió ser una pareja temible en cualquier tipo de pista. Dos jugadores que necesitan retroalimentarse para sacar la mejor de sus versiones y que, en equipo, son altamente eficientes y rocosos. Navarro por su capacidad innata para hacer práctico lo imposible, Di Nenno por su facilidad para aglutinar, salir indemne, preparar y mejorar siempre la jugada.

Ambos son la opción del pueblo. No hay pareja inmersa en la pelea por los dos números uno más querida por la afición. Y, eso, bien canalizado juega a su favor.

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