Sasaki llega tarde a la victoria

Llega tarde, pero gran triunfo de Ayumu Sasaki, el primero de la temporada en Moto3 para el subcampeón de este año. Seis puntos le han separado finalmente de Jaume Masiá, que en Valencia firmó su carrera más floja de la temporada, con la decimotercera plaza, dejando lo más interesante de su actuación esta vez para la vuelta de honor, en la que se disfrazó de vikingo de Algemesí.

Fue ahí cuando se dio un baño de multitudes delante de su gente, celebrando en casa el título conseguido la semana pasada, en Qatar, y en la pista que más cerca le queda de su Algemesí natal, el mismo que le va a poner su nombre a una curva y en el que mañana se estrenará al manillar de la Moto2, porque sube con el Stop & Go. También dará ese salto a la categoría intermedia Sasaki, en su caso al Correos Prepago, y lo hará con una sonrisa de oreja a oreja y habiéndole dado, junto a su compañero Veijer, el título de equipos al Liqui Moly Husqvarna Intact GP.

El grupo de cabeza fue menos nutrido esta vez, llegando sólo cinco pilotos a la última vuelta con posibilidad de victoria y podio. La arrancó Sasaki en cabeza, con 0.119 sobre Alonso, Veijer, Ortolá y Öncü, y Sasaki la terminó delante de todos, con Alonso a 0.082, y con Ortolá cerrando el podio, que fue capaz de superar al holandés.

El que no tuvo opción de meter rueda al japonés fue ‘el colombiano de Madrid’, porque el nuevo subcampeón bordó la última vuelta y deja la duda de saber si podría haber conseguido algo más de haber conseguido esta victoria mucho antes. La tuvo a tiro en Malasia, pero allí su compañero de equipo se la negó contra todo pronóstico. Menos mal por él, y por su equipo, que no ha perdido el campeonato por los cinco puntos perdidos absurdamente en Sepang...

Destacar el incidente que hubo tras la salida, porque al llegar a la segunda curva Artigas entró muy pasado y se fueron al suelo Moreira y Pérez, además de salirse de la pista Holgado. El alicantino cayó relegado a la 24ª posición y remontó hasta la octava. No le sirvió para disputarle al pupilo de Aspar la tercera plaza, pero sí para volver a ver la pasta de guerrero de la que está hecho.