Otra enorme remontada de Márquez hasta el podio

Aunque el sea del Barça, a Marc Márquez no le duele que se le diga que se está convirtiendo en el Real Madrid de MotoGP, por las enormes remontadas que lleva a cabo. A las dos de Le Mans, de decimotercero a segundo, y a la del esprint de Montmeló, de decimocuarto a segundo, le ha seguido otra en la carrera larga del GP de Cataluña: de decimocuarto a tercero en la victoria de Bagnaia y el segundo de Martín.

Lo único malo del gran resultado del octacampeón es que su víctima en la lucha por el podio fue Aleix, aunque al de Aprilia le quedará por siempre el recuerdo de su gran sábado, con pole y victoria en la carrera corta. Y doloroso también fue el arrastrón de Acosta cuando marchaba segundo, en la curva 10 de la undécima vuelta, pegado al líder de la prueba en ese momento.

El Tiburón arrancaba quinto en la parrilla y se puso segundo en la salida, tras Bagnaia. Intentó un primer ataque a Pecco para liderar la prueba y, aunque llegó a pasarle, no pudo consolidar ese adelantamiento, viendo después como le pasaba a él un Martín que sí era capaz de superar al italiano y ponerse a tirar en cabeza desde la quinta vuelta. El bicampeón quiso seguir sus pasos y al giro siguiente sí que pudo deshacerse del tricampeón, para viajar varias vueltas a rueda de Martinator. Parecía que iba cómo tras el madrileño y que podría lanzarle el ataque en cualquier momento, pero perdió la rueda delantera de su KTM con los colores de GASGAS, la curva 10 de la vuelta 11. Una faena, porque estaba para ganar, para hacer historia a los 20 años y 1 día, cifra con la que se hubiera convertido en el ganador más joven de la historia de la clase reina en caso de haber ganado. Otra vez será, seguro.

La caída del murciano y la de Miller, cuando iba séptimo, fueron las únicas de las que se aprovechó Márquez en su fantástica remontada. Saliendo 14º ganó esta vez sólo tres posiciones en la salida, y luego una más en el primer paso por meta. A partir de ahí, pasada a Bastianini y varias vueltas a rueda de un Morbidelli que le hizo algo de tapón. Se puso cuarto al inicio de la vuelta 18, con pasada a Raúl Fernández en el final de recta, el mismo punto en el que tres giros después también pasaría a Aleix para rematar este gran tercer puesto que le mantiene en la pelea por el título.

En ese sentido, el que volvió a salir airoso o vencedor fue Martín, porque venía con 38 puntos de ventaja sobre Pecco y 40 sobre Marc, para irse con 39 sobre el italiano y 41 sobre su compatriota. Buen balance para todos tras lo visto el fin de semana, quedando claro que Jorge sabe sumar incluso en sus peores fines de semana, que Bagnaia sabe aprender de los errores, porque el del sábado fue garrafal y el domingo logró otra valiosa victoria, y que Márquez está de vuelta, y para todo.

Y por cierto, que se entienda bien el corte de mangas que hizo sobre su Ducati al pasar por la curva 5 Bagnaia, porque se lo dedicó a la curva en la que se había caído el día anterior, cuando lideraba, en la última vuelta. Ya está dicho que no es un bicampeón de MotoGP por casualidad y viene bien que demuestre de vez en cuando que también siente rabia. Bravo por él.

Respecto a las posiciones fuera de podio, Aleix, Di Giannantonio, Raúl Fernández (muy buen sexto), Álex Márquez, Binder, Quartararo y Oliveira completaron las diez primeras plazas. Más atrás, Maverick 12º, Acosta 13º (reanudó la marcha y tiró de casta para acabar), Mir 15º y Rins 20º. No acabó por caída Augusto Fernández.

La próxima cita será el próximo fin de semana en Italia, escenario ideal para que los nuestros se saquen la espina de este GP de Cataluña en el que por vez primera en lo que va de año no ha habido ninguna victoria española en domingo, aunque la de David Alonso en Moto3 también es nuestra, porque es el colombiano de Madrid.