“Si no soy rápido, no habrá contrato”

Con solo dos carreras disputadas desde el inicio de temporada, la alegría rebosa en el seno del equipo GasGas. Pedro Acosta ha aterrizado en el Mundial de MotoGP como un soplo de aire fresco. Es el único rookie que ha llegado a la clase reina en este grupo, portando ese cartel de novato que ha tardado dos citas en quitarse de un plumazo, porque solo le han hecho falta dos fines de semana para colarse en el podio de los veteranos. Fue tercero en la carrera larga del GP de Portugal y, aunque pudiera parecer ocasional por la caída de Maverick Viñales cuando iba segundo por un fallo con el cambio, su lucha con dos pesos pesados como Marc Márquez y Pecco Bagnaia, demuestra que su nivel ya está una altura que le permite entrar de lleno en cualquier quiniela. El español se ha colado como el piloto más joven de la era MotoGP en subir al podio (19 años y 304 días) y el tercero de toda la historia, solo por detrás de Randy Mamola (19 años y 261 días) y Eduardo Salatino (19 años y 274 días).

Pero frente a toda esta euforia, al otro lado del mismo box hay quien no lo está pasando muy bien. De hecho, Augusto Fernández reveló el pasado fin de semana en Portimao que está pasando por “un momento difícil” en este inicio del nuevo curso. Vencer al compañero de equipo es lo principal para cualquier piloto y, aunque el español cuenta con un año más de aprendizaje en MotoGP, las cosas no están saliendo, ni de lejos, como se pensaba. “Es mi segundo año y me cuesta admitirlo, pero es como empezar de cero”, admitía el de GasGas en declaraciones recogidas por Motorsport.com, que esta temporada cuando con una RC16 que, de base, es igual a las oficiales del Red Bull KTM. Eso sí, aunque, por el momento, sigue recibiendo actualizaciones, lo hace un poco más tarde. Ejemplo de ello fue el nuevo colín trasero de los austriacos, así como la tapa de la rueda delantera. Pero esas ayudas aerodinámicas resultan insuficientes: “Ojalá solo fuera un tema aerodinámico, es un poco más gordo”.

Augusto es realista y sabe que, de seguir así, la situación no le favorece para nada. La adaptación de Pedro Acosta a la categoría está siendo muy rápida, absorbiendo a modo de aprendizaje todo lo que va viviendo durante un fin de semana, a la vez que muestra una actitud desenfadada por el paddock de MotoGP. Y es que mientras muchos apuestan por cuándo llegará su primera victoria en la categoría de las motos pesadas, el murciano sigue decidiendo vivir sin esa presión. Llegará cuando tenga que llegar y, por el momento, solo tiene que seguir mejorando. Aunque los números ya lo muestran: mientras él acabó en el podio, Augusto fue undécimo, a una distancia de casi 23 segundos de su compañero. Es decir, casi un segundo por vuelta. Da más detalles: “Nos falta medio segundo para estar en el top 10 y vamos a empezar por ahí, trabajar para acercarnos a los puntos y construir a partir de ahí”.

Y lo tiene que hacer a contrarreloj. El mercado de fichajes ya ha comenzado a moverse y Augusto tendrá que cerrar su futuro si quiere seguir en MotoGP. Ya el año pasado tuvo que luchar contra los muchos rumores que le dejaban fuera de la parrilla de salida y, un nivel como el que ha demostrado en estas dos primeras carreras, no es para nada lo que necesita. En KTM ya empiezan a interesarse mucho por Acosta para el oficial y eso puede poner nervioso al resto de pilotos que tienen que cerrar su futuro para 2025. Fernández lo tiene claro: “Por supuesto, aquí no hay que engañarse. Si no tienes velocidad y no corres no llegarán ayudas y el año que viene no habrá contrato. Está claro que es un año decisivo y hay que darse prisa en estar ahí. Yo soy el primero que no quiere estar tan atrás”. Y guarda esperanzas: “Lo vamos a sacar adelante, por lo menos ahora todo el equipo está en armonía. Sabemos que estamos mal, pero buscamos soluciones a ver si damos con la tecla”.