SUPERBIKE

Sancionado… ¡por fingir una lesión!

El suizo Dominique Aegerter pretendía provocar una bandera roja para poder subirse de nuevo a la moto. No le permitieron competir en la segunda carrera.

Jairo Diaz Reina

Situación rocambolesca la que se ha vivido este fin de semana en el Mundial de Supersport. En la carrera del sábado del GP de la República Checa, el líder del campeonato, Dominique Aegerter fue derribado por Can Öncü en un accidente múltiple. A priori no parecía grave, pero el suizo era el único piloto que no se levantaba. Aunque no era porque se hubiese hecho daño.

El expiloto de Moto2 estaba tendido en el suelo, pero rehusó subirse a la camilla de las asistencias médicas. Cuando la carrera volvió a pasar, se levantó sin ningún tipo de problema. Por precaución, fue trasladado a un centro médico donde se le diagnosticó una posible conmoción cerebral.

¿Esto qué significaba? Que no podía correr en la prueba del domingo. Y a su vez, esto suponía que Aegerter se iría del circuito de Most sin puntuar. Por lo tanto, el suizo no tuvo más remedio que confesar: se había inventado los síntomas para que dirección de carrera sacase la bandera roja y así poder seguir en la carrera.

El cuerpo médico dictaminó que estaba apto para correr, pero no los comisarios, que iniciaron una investigación y, tras una confesión escrita, concluyeron que Aegerter había actuado de manera antideportiva. Por lo tanto, el suizo fue sancionado sin poder competir el domingo. Le había salido el tiro por la culata.

El líder del campeonato, que había ganado nueve de las diez carreras se iba con cero puntos de la República Checa. Mientras, su inmediato perseguidor, Lorenzo Baldassarri, ganaba las dos citas y recortaba la distancia de 64 a 14 puntos.

Las disculpas del suizo

Tras conocerse la sanción, Aegerter emitió un comunicado a través de su escudería pidiendo perdón: “En primer lugar, siento toda la situación que surgió después del incidente de la carrera 1. Fue un momento muy frenético, no actué correctamente y cometí errores. Tenía mucha presión, adrenalina y emociones. Nunca quise poner en peligro a otras personas y quiero disculparme por ello”.

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