Márquez tendrá bola de título si no pierde dos puntos con Álex

Todo le sale a Marc Márquez esta temporada, la primera de rojo como piloto oficial Ducati. Tanto es así que hasta la suerte se pone de su parte sin que lo necesite ni un poco. La victoria en el esprint de Cataluña no estaba designada para él sino para su hermano, Álex Márquez, pero el del Gresini Racing se cayó cuando lideraba con segundo y medio de ventaja a cuatro vueltas del final.

Resultó más doloroso que nunca ver el arrastrón del pequeño de la casa al llegar a la curva 10, la del estadio, de izquierdas y perdiendo la rueda delantera. El #73 había conseguido una soberbia pole en la Q2 de Montmeló, la primera del curso para él y la segunda desde que está en MotoGP, 889 días después de la anterior, en Argentina 2023. Su salida también fue extraordinaria, primero a la salida de la primera curva, ajeno a lo que aconteció a sus espaldas, que no fue poco, y cogiendo ventaja décima a décima hasta que se fue al suelo en la vuelta 9.

Sin duda, un palo duro del que intentará resarcirse en la carrera de mañana, porque tiene mejor ritmo que nadie, pero que cambia mucho la película en clave de título. Marc llegaba aquí obligado a sumar 10 puntos más que Álex para tener bola de título la semana que viene en Misano, algo que dice que no deseaba, pero ahora, con este 12-0, si en la carrera del domingo no cede más de dos puntos respecto al del Gresini Racing dispondrá en la casa de Valentino Rossi de esa primera opción de igualar los nueve títulos de la leyenda italiana.

Volviendo a lo acontecido en el esprint, la lucha por la segunda plaza estuvo entretenidísima en los primeros compases, saldada finalmente con un pasadón a final de recta de Márquez a Quartararo y Acosta. El francés mantuvo a partir de ahí la posición y cruzó la meta a 1.299 del ganador, sacando a su vez 2.354 puntos a Di Giannantonio. Increíble sábado el de estos dos, porque empezaron el día obligados a pasar por la Q1, en que fueron primero y segundo, y acabaron acompañando en el podio a un caníbal que sumó en este esprint su decimoquinta victoria consecutiva, la 24 de 29 en lo que va de temporada, para un total de 467 puntos y una ventaja de 187 puntos sobre el primero de sus perseguidores.

Eso sí, algo que se vio sólo después, en las repeticiones del esprint, fue el sustazo que tuvo Marc en la curva 7 de la vuelta 10, el que estuvo a punto de mandarle al suelo y aguar la fiesta en un box rojo en el que bastante tenían ya con consolar a Pecco Bagnaia tras su pobre 14º (salía 21º) y celebrar a la vez el título de constructores.

La escalada de Pecco de siete posiciones estuvo apoyada por tanta caída como hubo. Morbidelli tiró a Martín y Aldeguer a Bezzecchi, además de la citada de un Álex Márquez, que merecía más.

El que al final sí tuvo motivos para sonreír fue un Acosta que ganó la batalla KTM, porque él, Bastianini y Binder cruzaron la meta en ese orden, del cuarto al sexto en un pañuelo de 75 milésimas. Tras ellos y hasta cerrar la zona de puntos, Zarco, Marini y Ogura. Más atrás terminaron Fernández 11º, Mir 13º, Rins 15º, Aleix 16º y Maverick 17º.

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