Bagnaia saca las garras de campeón

La carrera de Tailandia de MotoGP, declarada en agua y con el asfalto empapado, hay dos maneras de interpretarla... Bien como el día en el que Francesco Bagnaia sacó las garras de campeón, la opción de este cronista para titular, porque Pecco luchó con todo para lograr su novena victoria del año. O bien como la jornada en la que Jorge Martín firmó el primero de los dos cinco segundos que necesita para salir campeón, favorecido por la caída de Marc Márquez, que le ahorró perder cuatro puntos más con el italiano y por delante de un inconmensurable Pedro Acosta.

Martinator opositó a la victoria, porque se puso en cabeza en la salida y completó el primer paso por meta líder tras un vibrante pulso con Bagnaia. El español se abrió a la salida de una curva, le llegó a pasar ligeramente el del Ducati Lenovo y ambos se pusieron en paralelo en la contra recta, ganando el del Prima Pramac la frenada para seguir en cabeza.

El líder de la general, que arrancaba esta carrera con 22 puntos de ventaja sobre Bagnaia y la acabó con 17, llegó a contar casi con un segundo de ventaja (+0.850 en la cuarta vuelta), pero se coló en la curva 3 de la quinta vuelta y volvió a pista tercero, tras Pecco y Márquez. A partir de ahí ya no volvió a tener opción de ganar y cruzó la meta segundo a 2.9 del ganador, el mismo que supo contener dos ataques de Marc antes de que se fuera al suelo en la vuelta 14. Antes de ese resbalón del piloto del Gresini Racing, el recorte del vigente campeón era de nueve puntos, para ponerse a 13, así que ese percance del ilerdense le vino esta vez maravillo al madrileño, al que se vio muy contento tras acabar la carrera tailandesa.

Es así porque su objetivo declarado abiertamente era marcar a Pecco y, en el caso de no poder ganar, acabar justo tras él, lo que consiguió. Y eso le dará bola de título para Malasia, difícil, pero ahí está. El de San Sebastián de los Reyes saldrá campeón de Sepang, sin necesidad de esperar a lo que pase en Valencia, si allí es capaz de meterle 21 puntos de ventaja a Bagnaia. Es difícil, sin duda, pero no imposible. Una combinación que le valdría sería, por ejemplo, que ganara el sábado y el domingo y que su rival no puntuara en el esprint y fuera como mucho tercero en la carrera larga.

Volviendo al mayor de los Márquez, reanudó la marcha tras su caída, regresó 16º y acabó duodécimo, castigado con una posición por sacar de pista a Mir en un agresivo intento de adelantamiento. Mal día para la familia, porque Álex Márquez se cayó en la vuelta de formación de parrilla y, aunque pudo tomar la salida, hubo de hacerlo desde la última plaza, para acabar finalmente décimo.

Y mención especial merece el quinto podio de la temporada del novato Acosta. Remontó desde la séptima plaza hasta la tercera, y el duelo final con Miller fue escalofriante, con varias pasadas y repasadas entre ambos, destacando un ataque del Tiburón por fuera y desde lejos en una frenada. Y todo ello con asfalto mojado y formando parte de un show en el que acabaron igual de contentos Bagnaia y Martín, los dos únicos que matemáticamente ya aspiran al título.