Maverick: “Bagnaia no me ha dejado espacio”

Estaba relajado Maverick Viñales cuando atendió a los periodistas en el paddock de Le Mans después de la carrera de MotoGP en Le Mans, en la que un toque con Bagnaia le mandó al suelo cuando estaba en plena progresión hacia el podio. Atrás quedaba en su charla el mal rollo que tuvo por un momento con el de Ducati, en la grava, donde se llegaron a empujar.

-¿Cómo se le ha quedado el cuerpo después de esta caída con Pecco?

-Tengo un poco de dolor en la entrepierna. Se me ha caído la moto encima. Mi propia moto me ha dado ahí un golpe interesante.

-¿Qué ha pasado?

-Le he pasado demasiado limpio. Quizá debería haberle tocado, que es como se pasa ahora, y haberle echado fuera. He ido a cambiar de dirección y, cuando lo he hecho, nos hemos tocado. No me ha dejado espacio, nada, cero. Creo que me podía haber dejado espacio. Él me ve. Él me podía ver y yo no lo he visto, y ha sido cuando nos hemos tocado.

-¿Qué le ha dicho?

-Que qué hacía y por qué no me dejaba espacio, que era la cuarta vuelta y ahí no hace falta ir a ganar posiciones.

-Se ha visto que le ha dado un sopapo y que ha habido empujones.

-La adrenalina del momento. Luego nos hemos dado la mano y ya está. Al final, las cosas que pasan en pista se tienen que quedar en pista y fuera tengo respeto por los demás.

-Él no es un piloto macarra ni agresivo. ¿Lo entiende como un error de cálculo por su parte?

-Creo que los dos pilotos más limpios de la parrilla se han encontrado ahí. (Sonríe). Al final, lo importante es tener respeto, y nada más. Me ha dado mucha rabia porque me sentía con un potencial enorme y, otra vez, por toques o porque me saquen fuera no tengo oportunidad.

-¿El cabreo era porque le han privado de un carrerón?

-Exacto. La caída puede suceder. Te puedes caer, te pueden tocar o te pueden tirar, pero es que estaba muy enfadado porque ya está bien. Son ya muchas carreras en las que tengo potencial y o me echan fuera o me pasan pasados y tengo que levantar la moto. Ha sido eso lo que realmente me ha hecho enfadar, más que el acto en sí.

-¿Cuál era su puesto hoy sin esa caída?

-Yo creo que se luchaba por ganar, porque estaba tranquilo, midiendo, pasando, yendo poco a poco hacia delante y controlando el neumático. Me sentía muy bien, la verdad, y eso tengo que llevármelo a Mugello. Tengo la moto en el sitio y puedo pilotar con ganas. Las otras carreras también, aunque en Austin tuve dos salidas horribles. Aquí he salido bien y he pasado. Creo que este es el nivel normal que tenemos y hay que seguir apretando, hambriento y con ganas.

-¿Pecco le ha reconocido después que tenía razón?

-(Sonríe). Aquí nadie reconoce nada. Nos hemos dado la mano porque ha pasado y ya está.

-¿Le preocupaba una sanción de los Comisarios?

-No, todo lo contrario. No me preocupa para nada. Se puede ver muy claro la acción y son los stewards los que tienen que dar su opinión ajena a la nuestra. Nos han llamado para hablar y me parece interesante. Los stewards están abiertos a hablar y a conocer nuestros puntos de vista. Para decisiones futuras tienen más cartas en la mano para decidir. Creo que lo que ha pasado con Pecco se puede interpretar como un lance de carrera, pero tienen que mirar muchas otras acciones antes que la nuestra.