La nueva era desata el caos
Evans, primer ganador del Gen3 Evo tras salir último en una carrera llena de accidentes, como el del ‘poleman’ y campeón Wehrlein, y dos banderas rojas.
Fueron muchos los pilotos, por no decir todos, lo que vinieron avisando de los cambios que iba a producir el Gen3 Evo en las carreras y no se equivocaban. Porque esta nueva era de la Fórmula E ha desatado definitivamente el caos. Sao Paulo fue testigo directo de ello con el E-Prix que abrió la undécima temporada y que no tuvo respiro con golpes por doquier, varias salidas del coche de seguridad, dos banderas rojas y un primer ganador, el mismo Mitch Evans al que le quitaron la victoria en la penúltima curva del mismo escenario en marzo y esta vez venció, ¡saliendo último!
Fue Wehrlein, el campeón, quien empezó luciendo su número 1 desde la pole, pero apenas le duró una curva. Cuando se tomó definitivamente la salida después de abortarse en un primer momento por problemas de frenos en el Envision de Frijns, Rowland pasó al alemán antes de llegar al primer viraje para liderar el grupo que pronto vio frenado su ritmo por el Safety Car. En la segunda vuelta, una combinación de toques en la zona media acabó con uno más grande que dejó fuera de juego a Muller y Hughes.
Una vez limpiado el estropicio, ondeó la bandera verde y se abrió la veda del modo ataque que, en efecto, es incluso más potente con el Gen3 Evo de tracción total. La diferencia entre los que lo activaban y los que no era brutal y permitió asomarse a las primeras posiciones a los Jaguar, que salían bastante atrás, en especial un Evans que tras partir 22º y ganó 10 posiciones en cuatro vueltas gracias también a una gran salida. Ese empuje extra llevó a Cassidy a encabezar la carrera mientras Di Grassi se retiraba en el estreno de Lola, pero todo iba a cambiar…
Con un modo ataque tan decisivo las posiciones fueron cambiando constantemente, y también el liderato. Volvieron a pasar por él Rowland y Wehrlein, y también lo llevó por un instante Da Costa adelantando a su compañero. Pero a diez vueltas del final era el inglés de Nissan quien se escapaba en cabeza con bastante tiempo de ataque aún por consumir cuando llegó el segundo parón importante del sábado brasileño, y este de verdad, con una bandera roja porque Dennis se quedó parado con su Andretti de forma insegura, con un fallo de aislamiento.
Un rato después, la carrera se puso en marcha para un stint final de locos. Lo hizo con salida en parado y Da Costa en la pole porque tomaron la referencia antes de que le pasase Rowland, aunque dio igual porque le adelantó en la resalida. Después, al que le llegarían malas noticias fue al británico con un ‘drive through’ en forma de exceso de potencia justo antes de que se desatara la locura: sacaron los puños, Gunther acabó estampado y Wehrlein volcado tras un violento toque con Cassidy. Segunda bandera roja.
Tocó otro largo tiempo de espera hasta que pudieron sacar de la pista al Porsche del campeón para decidir al primer ganador del año, algo que estaba costando. Visto los antecedentes, se optó por relanzar la carrera en movimiento con Evans, Da Costa y los McLaren (pese a un drive through para cada uno) al frente, quienes se aprovecharon de dejar sus modos ataque para el último tramo. Al fin, hubo más prudencia en el asfalto y acabaron así con el ‘rookie’ Barnard estrenándose en el podio. La era del Gen3 Evo promete emociones fuertes.
Resultados del E-Prix de Sao Paulo
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