El problema de Honda se llama Benavides

Basta con un poco de memoria para saber que este Dakar de Kevin Benavides se está pareciendo más de la cuenta al que le dio el Touareg hace tan solo un año. Después de una semana bastante discreta por parte del argentino (a pesar de que ganó la etapa 3 por una sanción a Quintanilla), este activó el modo ataque para una recta final en la que ha vuelto a hacer lo propio. De resultados desapercibidos al inicio, a codearse en posiciones de podio y luchar por la victoria en los dos últimos días. En su primer intentó una Honda frustró sus planes ya que Cornejo ganó tras el día de descanso, pero hoy el piloto de KTM ha recordado que si está aquí, es para repetir la hazaña.

En un total de 279 kilómetros de lucha contra el crono (la especial estaba programada con 458 km pero entre medias había un traslado de 179 km que redujo la distancia en el cronometrado) que llevaban a los pilotos desde Al Duwadimi hasta Ha’il, hubo varios cambios de líder pero la responsabilidad siempre caía en Honda. Primero llevó el peso de la carrera Brabec, que acaba séptimo pero amplía su ventaja en la general con respecto a Branch hasta los 42 segundos. Y justo después de ese enlace interno durante la especial, fue Van Beveren quien se puso a comandar la tabla.

El francés quería su segundo triunfo de la edición (el primero llegó en la 48 horas), pero Kevin se había dejado lo mejor para el final. Controló de principio a fin la distancia con sus rivales, a diferencia de una general donde todavía tiene que recortar 20 minutos si quiere estar en la lucha por la victoria, y en los últimos kilómetros subió una marcha que dejó sin margen de reacción a los demás. Benavides se salió con la suya pero la sorpresa fue que la segunda posición, decidida por 31 segundos, fue para su hermano pequeño. Luciano también apareció en la segunda parte (a pesar de que rondó las primeras posiciones durante todo el recorrido) para defenderse con maestría abriendo pista y sólo Van Beveren pudo dejar a la Honda en posiciones de podio. Aunque cada vez más comienza a interesar mirar los resultados globales.

Ahí es donde Brabec aguanta en cabeza a pesar de una octava etapa en la que se ha desinflado a medida que pasaban los kilómetros. Pero afortunadamente para el americano tampoco fue el día de Branch, que acabó octavo justo por detrás de él, ante la amenaza de las Honda de Cornejo y Van Beveren en otro día de esos donde, a Quintanilla, le volvió a salir la cruz. Pero se ha demostrado que más allá de los contratiempos, el verdadero problema de Honda en esta edición es un Kevin Benavides que está preparado para volver a cambiar el papel.

Resultados etapa 8 motos

Así va la general de motos

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