MOTOGP | ALBERTO PUIG

Honda toca fondo

Alberto Puig, team manager de la marca, hace frente a la peor crisis de HRC, última en el Mundial de Constructores: “De nuevo fue un fin de semana infructuoso”.

Honda sigue tocando fondo. Ni su trabajo durante el parón veraniego ha podido devolverle un ápice de esperanza para continuar con lo que resta de temporada. La situación es más crítica que nunca y deben ponerle remedio. Tanto es así, que incluso Marc Márquez reaparecerá en el circuito de Austria para ayudar a la marca del ‘ala dorada’, eso sí, de visita y desde el interior del box mientras continúe su recuperación. Y es que Silverstone fue, de nuevo, otro desastre para el fabricante japonés. Hay que bajar hasta la décimo tercera posición para encontrar a la primera de sus motos, de Takaaki Nakagami, el único piloto de la marca que sigue pendiente de confirmar su futuro para 2023. Justo detrás de él (14º), un Pol Espargaró que no pudo ocultar su enfado tras la cita. Y ya, fuera de los puntos, Álex Márquez (17º) con un problema de electrónica y Stefan Bradl (19º).

Mientras Marc Márquez sigue entrenando cada vez más fuerte, Alberto Puig, team manager del Repsol Honda, continúa haciendo frente a los fines de semana más complicados de la marca. Pese a esperar mejoras tras el verano, no se ha podido hacer nada y, lejos de ver un mínimo paso adelante, la situación dentro del box se complica cada vez más. “De nuevo fue un fin de semana infructuoso para nosotros. Todavía no pudimos deshacernos de los problemas que tenemos y está afectando nuestro rendimiento y limitando el potencial de nuestros pilotos. Continuamos en la búsqueda de estas nuevas piezas que puedan ayudarnos a volver a la normalidad y rendir como estamos acostumbrados a hacerlo”, analiza el ex piloto, en la valoración habitual de HRC tras cada carrera.

Y ni tan siquiera un mejor ritmo de Pol Espargaró en comparación al año pasado, cerca de los más rápidos en Silverstone, puede compensar el mal rato: “No diría que esto es positivo. Creo que todavía tenemos que encontrar una manera de mejorar el sábado, para que no estemos empezando las carreras desde tan lejos. Entonces podríamos tener algunas opciones más, pero es complicado”. De hecho, ni al de Granollers le valió el argumento. Tras la carrera, no dudó en cargar contra la marca que, aún sin una confirmación oficial, abandonará a final de temporada: “Lo que me molesta es que Honda no se pronuncia, que no hay reacción. No veo que Honda esté muy preocupada. No sé qué interpretar. Lo peor es que un fabricante como éste no muestre su músculo”. Y sorprende, porque ya son últimos en el Mundial de Constructores, con 88 puntos.

La debacle de la clasificación

Pero, ¿de dónde viene el problema? Para Honda sigue siendo una incertidumbre. De hecho, pese a que la gran debacle llega los domingos, todo tiene su punto de partida en las clasificaciones de los sábados donde, a diferencia de sus grandes rivales, no son capaces de sacar una vuelta lanzada. Puig da más detalles: “Si comienzas desde la quinta o sexta fila de la parrilla en este campeonato, tus posibilidades de hacer una buena carrera son muy bajas porque pierdes mucho tiempo al principio. No puedes adelantar y, por lo tanto, si no estás rindiendo en la sesión de clasificación, no puedes obtener una buena posición en la parrilla, y todo es difícil. Así que finalmente, todo es una consecuencia de esto y la carrera es el resultado final. Claramente, tenemos que mejorar el sábado”. Y el objetivo está más claro que nunca, hay que trabajar más que nunca: “Estamos en MotoGP y nuestro deber es volver a ser competitivos y traer una moto que pueda empezar a ganar carreras”.

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