Bicampeón Acosta

Dos vueltas nada más duró la incertidumbre en Sepang por saber si Pedro Acosta cerraría el título de Moto2 en el GP de Malasia, y claro que lo cerró. El Tiburón de Mazarrón ya es bicampeón del mundo, con sólo 19 años y 171 días, tras acabar segundo, por detrás de un Fermín Aldeguer que dio un recital y por delante de un Ramírez que logró su primer podio y completó así el tercer triplete español de la temporada en la categoría intermedia. Vamos, lo que viene siendo un día perfecto.

La historia de la carrera se acabó en dos vueltas. En la salida, hubo un toque entre González y Aldeguer en pugna por la primera posición saliendo de la primera curva, que acabó con Manugasss en el suelo y con el murciano de La Ñora disparado en cabeza, para poner tierra de por medio entre él y sus rivales desde ese momento. A partir de ahí, escapada en solitario y a ver qué pasaba tras él, que fue muy poco en clave de título, porque Arbolino se quedó muy rápido sin opciones.

Acosta, al que le valía un cuarto puesto hiciera lo que hiciera Arbolino, iba ya cómodamente instalado en la segunda plaza cuando el italiano se quedó sin opciones de título casi matemáticamente. En la curva 9 de la segunda vuelta, Tony tuvo un toque con Canet y Ogura que le hizo caer al 24º puesto. Salvó la caída por poco en ese instante, pero a partir de ahí ya nada tenía que discutirle a Acosta y su remontada le dio para acabar duodécimo.

Donde sí hubo algo de emoción fue en la pelea por la tercera plaza, ya que Ogura fue a más tras su susto con Arbolino y Ogura y se acercó hasta Ramírez en las últimas vueltas, pero al final el gaditano cruzó la meta con cuatro décimas de ventaja sobre el japonés. El que estuvo por momentos a punto de completar el poker fue Alonso López, pero acabó cediendo terreno y no pudo acabar la carrera por quedarse sin gasolina. Mala suerte par él, como también para Canet y García, ambos al suelo en la curva 9, aunque en diferentes vueltas.

Volviendo a Aldeguer, cuarto podio consecutivo para él y tercera victoria del año, esta vez con siete segundos de ventaja sobre el piloto del día, el mismo que el año que viene entrará en MotoGP por la puerta grande, con el título de Moto2 bajo el brazo, el segundo que conquista en sólo tres temporadas mundialistas, lo nunca visto. Y en la vuelta de honor, ya con el uno puesto en su moto y en su pecho, lo celebró abrazado a un tiburón y acompañado de los suyos, sus padres, Peretujo y Mercedes, y su hermana, Miriam. Se le veía emocionado, pero acostumbrado, porque ya ha celebrado antes y porque sabe que le queda mucho por celebrar, lo que no quitó que vomitara en un par de ocasiones, en a pie de podio y en él, cuando se quedó ya sólo para gritarle al mundo que ya es bicampeón del mundo.