F1. GP DE BAHRAIN. LA INTRAHISTORIA

Norris y un McLaren: volando en Bahréin con el futuro de la F1

Una vuelta con Lando en un McLaren 720S en el circuito árabe, probando el talento del pole y ganador de la primera carrera de F2, compañero de Alonso en Daytona.

Bahréin

Es como un sueño por un momento, ver a los mejores con estos coches compitiendo en los circuitos... uff. La imaginación, vuela por poco tiempo. Es el momento. Entro en el coche (puro lujo) Me mira (Lando Norris), yo (asustado o divertido o…) miro el marcador digital de velocidad (280 km/h), se ríe, amenaza (‘ahora verás lo que hace este coche’), la pista está delante y una curva cerrada apenas a 50 metros. Frena en seco, entra en la curva a 140 km/h, el McLaren 720S se cruza completamente en mitad de la pista, parece que nos vamos a quedar ahí en medio, pero vuelve a lanzar el volante al otro lado y el deportivo se da la vuelta hacia el otro lado y con un zarpazo en el acelerador ruge y se lanza a por una pequeña recta y la siguiente curva. “Qué hijo de puta el niño”, me sale sin querer. Y Lando Norris, el piloto del futuro en la Fórmula 1, sonríe, ríe más bien como un loco. Parece que algo entiende de español. Fue una experiencia tremenda, una vuelta al circuito de Bahréin con el poleman y ganador de la primera carrera de F2, compañero de Fernando Alonso en las 24 Horas de Daytona y un piloto llamado por su talento y el destino a ser campeón del mundo en el futuro de Fórmula 1.

McLaren 720S en Bahrain.Glenn Dunbar

Este privilegio que tuve como enviado especial de As a los grandes premios se debe a McLaren y a la iniciativa de las Hot Laps de Pirelli. “Hablamos con McLaren y Aston Martin que enseguida dijeron que sí, después con Mercedes que también estará en China y lo vamos a hacer en unos diez grandes premios durante la temporada”, nos dice Mario Isola, máximo responsable de Pirelli en F1. En Bahrain, el día antes, se ha pudo ver sobre la pista un McLaren 720s pilotado por Alonso y Vandoorne, además de un Aston Martin Vanquish S en manos de Ricciardo y Verstappen y para la foto estuvo Mercedes con Hamilton y Bottas al lado de un AMG GT.

A mi me tocó con Norris en este McLaren que es la gran obra de arte de Woking, un coche de unos 250.000 euros, 720 caballos de potencia, motor V8 biturbo de cuatro litros, que pasa de cero a cien en 2,6 segundos… y con un peso de solo 1.283 kilos gracias a un increíble chasis, estructura y carrocería de carbono, aluminio ligero y titanio. Una bestia total, pero preciosa, de lineas armoniosas, puertas alas de gaviota, una aerodinámica perfecta y unos frenos carbocerámicos con discos de 390 mm delante y 380 mm, además de los mejores Pirelli para estos deportivos. Diversión pura para los pilotos. “Te conozco de Daytona, me hiciste aquella foto”, me dice Lando. Se refiere a una imagen en la que se le veía casi llorando después de los problemas del coche. “Te voy a hacer sufrir”, cierra. Pero a pesar del susto, de los vaivenes del coche, es una montaña rusa de emociones y diversión. Aún no está en F1, sigue en el camino, pero con 18 años está dando los pasos necesarios. Sonríe, se divierte, tiene ese aire loco de los grandes ¿verdad Fernando? y es capaz de pilotar un deportivo en las curvas como Laudrup daba los pases de gol o Magic las asistencias o Tomás los estatuarios. Arte… Y emoción.

Glenn Dunbar

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