Max Payne 2
Max Payne 2 - Capítulo V
Tras su primera aventura, Max Payne dejó la DEA y volvió al departamento de policía de Nueva York como detective de homicidios.Una noche, mientras patrulla, capta un aviso sobre un tiroteo en un almacén, un almacén que sabe que pertenece a Vladimir Lem, el traficante de armas que conoció hace poco. Como no podía ser de otra manera, Max va hacia allí y...
Ese fue el momento exacto en el que Mona me mandó a tomar por saco cuando le dije que necesitaba allí a la policía. Cuando ella estaba unos metros más adelante, frente a una puerta, oyó la explosión y me preguntó qué pasaba.
Ella siguió adelante extremando las precauciones, ya que en la siguiente sala le esperaban unos cuantos enemigos abajo y otros en el nivel superior. Cuando dio buena cuenta de ellos siguió por la puerta cuando oyó otra explosión.
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Luego pudo salir y verme caer desde el andamio. No resulté herido, pero estaba atrapado y los comandos que habían al final del patio me habían visto. Mona eliminó al enemigo que salió por la puerta y disparó a los 3 enemigos que se me acercaban.
Eso fue suficiente para poderme deshacer de la tabla que me impedía levantar y pude echar a correr hacia el fondo. Mona, por su parte, seguía cubriéndome con su Dragunov desde la azotea.
Al llegar al final apareció un grupo de tiradores que me dejó atrapado y sin poder salir, a no ser que quisiese quedar como un colador. Mona tuvo que volver sobre sus pasos, enfrentándose a más comandos, para encontrar un punto desde el que neutralizar la amenaza.
Finalmente consiguió encontrar un saliente desde el que conseguir un buen disparo. Sin embargo, volví a quedarme atrapado y Mona tuvo que correr hasta el fondo del pasillo para encontrar otro punto desde el que disparar.
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El camino estaba plagado de enemigos y cada segundo se me hacía eterno. Instaba a Mona para darse prisa, aunque sabía que por allí arriba las cosas estarían tan mal o peor que en el patio en el que yo me encontraba.
Finalmente consiguió llegar a la zona en la que se encontraba el francotirador, a unos metros por encima de donde salió. Ahora ya sí que podía avanzar. Ella dijo que se encontraría abajo conmigo, y que se iba a buscar una forma de llegar. No tardó en encontrarla a pocos metros de donde se encontraba.