"No tienes escapatoria, encerrado en un escueto pasillo, la sangre de tu brazo derecho ha salpicado la pared donde empieza a deslizarse sin que puedas recuperarla, la munición está de vacaciones, y sabes que tarde o temprano va a venir un arácnido con cara de perro dispuesto a unir tu órganos con el resto de la habitación... entonces piensas ¿como he llegado hasta aquí?...".
Busca los bordillos plagados de diamantes amarillos, salta ahí, hasta que termines de borearlos. Al final, baja al puente de madera.