Trump pasa revista en la Ryder
El presidente visita Bethpage Black en la sesión de tarde y el capitán americano se encomienda a él: “Va a cambiar las cosas”.
Como había anunciado días antes, obligando a un despliegue de seguridad inusitado en la Ryder Cup, Donald Trump acudió a pasar revista a las tropas golfísticas estadounidenses este viernes con motivo de su enfrentamiento contra Europa en Bethpage Black, que empezó con mal pie en la primera sesión de fourballs, decantada a favor del Viejo Continente con claridad (3-1).
Una entrevista a las puertas de la Casa Blanca a primera hora de la tarde, que dio calzado con zapatos de golf, delataba que la comitiva estaba en marcha. Se subió al Marine One y aterrizó en compañía de su nieta, Kai. Acudió al tee del 1, se dio su baño de masas y recorrió el comienzo de la calle con su brazo izquierdo sobre el hombro de Bryson DeChambeau mientras le arengaba, en una imagen inédita en la presidencia del país.
Keegan Bradley, el capitán local, se encomendaba a la autoridad: “Viene el presidente y va a cambiar las cosas”, aseguraba, casi como si delegara el mando supremo de sus fuerzas ante el comandante en jefe, cuya presencia se atrasó a la tarde para no colapsar los accesos, y que está por ver si no termina actuando como otro factor atenazador para el equipo americano.
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