TAEKWONDO

Un oro para que Adriana Cerezo “siga enchufada”

La taekwondista alcalaína se impuso en el Grand Prix de Roma, y ya mira hacia los próximos objetivos. “Creo que tenemos todavía margen de mejora”.

PEPE ANDRESDiarioAS

Un bronce es una medalla al fin y al cabo, pero no del material que Adriana Cerezo esperaba tocar en los Europeos que acogió Mánchester (Inglaterra) el pasado mayo. La subcampeona olímpica de 18 años es consciente de que su listón está más arriba que el alcanzado en una cita de la que se despidió en semifinales, derrotada por la turca Merve Dincel. Las expectativas siempre son altas con una atleta que se proclamó campeona continental de -49 kilos en 2021, con solo 17 años, y en su primera aparición olímpica, siendo aún una chica de instituto, se colgó la plata. Y en el Hankuk, el gimnasio de San Sebastián de los Reyes regentado por Jesús Ramal y Suvi Mikkonen en el que se entrena, los objetivos siempre son ambiciosos.

Por eso Adriana se plantó la semana pasada en el Grand Prix de Roma (Italia) con ganas de revancha. Y la tuvo. Derrotó a la azerí Abakarova, a la italiana Al Halwani, a la coreana Sim y, ya en la final, a la croata Duvancic. No perdió un solo asalto en el camino a un oro que le coloca en el selecto club de campeones de Grand Prix españoles, junto a Brigitte Yagüe, Eva Calvo y Raúl Martínez. “Muy contenta por la medalla”, se reconoce Adriana en conversación con AS tras añadir otro metal a su incipiente colección. Pero lo que sigue da una idea del inconformismo de la alcalaína, que siempre quiere más. “Creemos que el rendimiento puede ser mejor que en este campeonato, tenemos margen de mejora”, dice con una actitud que recuerda al hambre de los grandes campeones de la historia, los Jordan, Nadal, Tiger Woods... “Eso siempre es algo bueno”, recuerda.

Y es que todo es “parte de un proceso más largo”, un hito en su rodaje hacia objetivos marcados en rojo en el calendario. Especialmente los Mundiales, que se celebrará a finales de año. Antes acudirá a los Grand Prix de París y Mánchester. Hasta entonces, el objetivo es ir cogiendo buenas sensaciones y retocando “cosas que hay que hacer de forma distinta”. En ese contexto, el oro alcanzado en Roma es “un impulso que ha servido para seguir enchufados y cargar motivación de cara a lo que está por venir”. En el Europeo, al que acudió con una bien ganada condición de favorita, no terminaron de salir las cosas. En Roma, sí. Todo suma en el proceso de Adriana Cerezo.

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