PIRAGÜISMO | MUNDIAL AUGSBURGO

Travé, el futuro ya es presente

La promesa española del piragüismo afronta su quinto Mundial en Augsburgo con el objetivo de alcanzar la final. En el horizonte, París 2024.

David Llorente

De familia piragüista y considerado una de las jóvenes promesas españolas, Miquel Travé (22 años, La Seu de Urgell) nació y se crió en uno de los canales referentes mundiales de las aguas bravas. Hijo de palista, que fue entrenador del equipo español en los Juegos de Atlanta 96, el catalán apostó desde su infancia por la emoción de las piraguas en detrimento de otros deportes y actividades. “Empecé a remar con ocho años, pero hasta los 14 también practicaba fútbol y toqué el violín durante mucho tiempo. Al final tiré por la adrenalina del piragüismo y estoy muy contento con el progreso”, comenta. Aún con todo, el palista catalán adquirió aspectos esenciales que los trasladó a la piragua, como la tranquilidad y paciencia necesaria para tocar el instrumento de cuerda o el respeto e importancia del trabajo en equipo del balompié.

Con la inocencia de un niño, su pasión por las aguas bravas la recuerda envuelta en una niñez feliz. Primero junto a su padre y, más tarde, junto al club Cadí Canoe Kayak de la Seu. “Tenía muchos amigos y nos lo pasábamos muy bien porque hacíamos juegos. Al final, empezamos a remar poco a poco y fuimos perdiendo el miedo hasta llegar a disfrutar de verdad”, confiesa el catalán. Tal fue su evolución que, hoy en día, es uno de los jóvenes alumnos más aventajados del piragüismo español, siendo doble campeón del mundo júnior (en C1 y K1).

David Llorente

Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para el palista catalán, ya que las dudas salieron a flote, la confianza en sí mismo se fue a la deriva y el estímulo por la canoa se perdió. “Quedarme fuera de los Juegos de Tokio fue muy duro. Llegó el confinamiento y me sirvió para darme un respiro en mi carrera deportiva. En esos tres meses decidí ponerme a entrenar de verdad y fue una transición de estar anímicamente mal a querer motivarme conmigo mismo para conseguir algo grande”, revela el joven de 22 años.

Ahora, llega a sus quintos Mundiales de piragüismo tras lograr el bronce en el Campeonato de Europa disputado en Eslovaquia, con una medalla que “no fue esperada sino más bien encontrada”. Llega a Augsburgo optimista y con ganas de batir su propia marca personal entre ceja y ceja. “Este será mi quinto Mundial y en los cuatro anteriores conseguí llegar en tres de ellos a semifinales. Conseguir estar en una final de una Copa del Mundo sería algo muy exitoso y un buen resultado. Me veo fuerte y confiando en mis posibilidades”, comenta Travé.

Tras su ausencia en Tokio, el de La Seu de Urgell quiere revancha en los Juegos Olímpicos de París 2024. “El año que viene va a ser un año duro porque va a ser una temporada selectiva para lograr esa plaza olímpica. Me veo más preparado que en 2019 y a dos años vista, sin duda, es mi objetivo prioritario”, concluye Travé.

Maialen Chourraut está de vuelta

La triple medallista olímpica, Maialen Chourraut, volverá a competir en este Mundial de Augsburgo tras pasar por quirófano a principios de este año por unos dolores en sus hombros que se intensificaron en Tokio 2020. Tras su ausencia esta temporada en el Campeonato de Europa y en todas las citas mundialistas, la donostiarra será una de las tres españolas aspirantes en el K1 siendo, para más inri, su debut en la modalidad extrema. En total, la delegación española estará formada por trece piragüistas, sin ausencias destacadas, entre los que destaca también la presencia de Joan Crespo, que defenderá su bronce mundial del año pasado en la modalidad de K1 o el relevo generacional con nombres de futuro como Ainhoa Lameiro, Laia Sorribes o Klara Olazábal. Así, España que acumula un total de 15 medallas en la historia de los mundiales de slalom buscará en estas cinco jornadas de competición aumentar su palmarés.

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