Tapia-Coello otra vez en una final con Stupa-Di Nenno

El Master de Valladolid, el primero del verano y con la competición al aire libre, está llegando a su final con una semana de condiciones extremas. Primero la lluvia y el viento que obligó a cambiar los horarios, y hoy un calor que hizo aplicar dos protocolos reglamentarios: la hidratación en cada juego (sólo se permite cada dos en condiciones normales), y descanso de 10 minutos cuando la temperatura del suelo de la pista de la pista supera los 46 grados, como en el segundo partido, el masculino, de la mañana. A lo mejor todo eso tiene algo que ver con las lesiones en dos encuentros masculinos de octavos de final, los calambres de Delfina Brea (ganadora) y Virginia Riera (perdedora) en las semifinales de hoy, o que Lucas Campagnolo no pudiese presentarse con Garrido al cuarto choque de la jornada, ante Tapia y Coello.

Por la mañana Bea González y Delfina Brea se tomaron su revancha particular ante Ari Sánchez y Paula Josemaría, que ya habían sufrido en los cuartos de final para estar en el partido del sábado: 7-6 en el primero, y en el segundo, con Bea González omnipresente para colaborar con Delfi, diezmada por los calambres, ganar 6-4 a las números uno, aunque Paula, por ejemplo, ha dado muestras de sus problemas en el brazo izquierdo que prefiere silenciar y renuncia a su agresividad con la pegada. Por la tarde, Marta Ortega y Gemma Triay se meten en su primera final en un partido más emocionante que bueno, porque el calor descontrolaba a las jugadoras, y en la tercera manga aparecieron los problemas físicos de Virginia Riera, una de las jugadoras más silenciosas de circuito que sin armar alboroto lleva tres años en la pomada: 4-6, 6-2 y 7-6 porque Tamara Icardo no pudo multiplicarse más.

En el único encuentro masculino, el matinal, se olió la sorpresa porque parecía que Ale Galán y Jon Sanz podían estropear la mañana a Di Nenno y Stupaczuk con un 2-6 inicial en una exhibición de Galán. En pleno horno encendido en la Plaza Mayor, Franco y Martín lograron enfriar el encuentro, provocar los errores de Sanz (ayer sin tanto acierto como en los cuartos) y obligar a Galán a ocupar demasiado espacio e intervenir en muchas acciones que no eran las suyas. En ese caos el mejor fue Di Nenno, que ayudado por el calor sumó puntos de remate desde posiciones impensable para él: 6-4 y 6-1. Es la primera final en Valladolid para Di Nenno y Stupa, que vuelven a enfrentarse con Tapia y Coello en la final más repetida del año: en el WPT siempre ganan los números uno, que en el WPT siguen invictos y en la final (si el calor no remite, y no lo parece) lo tienen todo a favor.