Inglaterra y Sudáfrica disputan una semifinal con sabor a final
El XV de la Rosa y los Springboks se juegan un puesto en la final del Mundial con la repetición del partido por el título en 2019. Los sudafricanos parten como favoritos.
Con Nueva Zelanda esperando ya en la final del próximo sábado, el segundo aspirante a levantar la copa Webb Ellis saldrá del duelo de hoy entre Inglaterra y Sudáfrica (21:00, M+), que repetirán el partido por el título de 2019. Hace cuatro años, los Springboks se impusieron al XV de la Rosa, como casi siempre que se han cruzado en un Mundial: cuatro victorias para los africanos, también en la final de 2007, y una sola para los europeos. La superioridad de Sudáfrica ha sido tal hasta el momento, que en cuatro de esos cinco partidos Inglaterra se quedó sin anotar ni un solo ensayo.
A punto de cumplirse en Inglaterra el 20 aniversario de su título mundial (de hecho, hasta la fecha sigue siendo la única victoria del hemisferio norte, cuya representación en este torneo queda en manos de los ingleses), el XV de la Rosa encara una semifinal quizás algo inesperada hace poco más de un año, cuando Steve Borthwick tomó las riendas del equipo. Aunque todo el crédito del mundo para ellos, pues, aunque de aquella manera en ocasiones, son el único país invicto en la presente edición del torneo, y contando la de 2019 suman 10 triunfos en 11 partidos.
A su favor, su gran balance en semifinales mundialistas: cuatro de cinco. Sólo cayeron en 1995 ante Nueva Zelanda, con la que, si superan a Sudáfrica hoy, empatarían como selecciones con más finales de Mundial disputadas, cinco cada una. Y también en la manga su exquisito nivel defensivo en este Mundial: han concedido seis ensayos en contra, el mejor registro de todos los participantes. El mandamás inglés hará tres cambios en su alineación para la semifinal: entran Joe Marler, George Martin y Freddie Stewart.
En frente, su gran bestia negra. Nadie ha ganado tantas veces a Inglaterra en un Mundial como Sudáfrica. Los vigentes campeones, en busca de su cuarto entorchado, llegan lanzados tras su triunfo ante Francia, en el cual mostraron una tremenda solidez defensiva. Esa será nuevamente su gran baza, con la duda de si los Springboks mostrarán un ataque más resolutivo que en las otras cinco semifinales mundialistas que han jugado: sólo suman un total de seis ensayos, y cuatro fueron ante Argentina en 2007. Pese a ello, los africanos han demostrado en un sinfín de ocasiones que encuentran la forma de imponerse.
En caso de ganar, sería la cuarta vez que un vigente campeón alcanza la final del siguiente Mundial. Y también sería la cuarta final para Sudáfrica, que ha ganado las tres que ha disputado hasta ahora. Para meterse en una más, el seleccionador Jacques Nienaber ha decidido repetir alineación con respecto al último partido. No toca nada, como para hacerlo, de un planteamiento en el que la dinamita está en las alas, con Kurt-Lee Arendse y un heroico Cheslin Kolbe ante Francia (también en la pasada final frente a Inglaterra, en la que anotó el ensayo que selló la victoria de los suyos). Se sumará, por si fuera poco, un potente arsenal desde el banquillo: Handré Pollard, Faf de Klerk o Willie le Roux serán suplentes, aunque pueden hacer mucho daño en los minutos finales. Segunda batalla en el Stade de France, esta entre dos viejos conocidos con el aroma a revancha en el ambiente.
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