¡Espectacular! Cuatro medallas en media hora para España
El K4 500 femenino (Ouzande, Val, Fernández y Pardo) se cuelga el oro planetario, plata para Pablo Graña (C1 200), y bronces del K4 500 masculino (Del Río, Graneri, Arévalo y Germade) y el C2 500 femenino (Moreno y Yarchevska).
El piragüismo es santo y seña de España. El deporte olímpico más laureado en nuestro país, 23 medallas por las 22 de la vela tras el ‘sorpasso’ en París 2024, sigue haciendo historia por los canales del mundo. En el Idroscalo de Milán, sede de los Mundiales de esprint 2025, la delegación está cosechando una actuación memorable y sumó cuatro medallas en apenas media hora.
La jornada vespertina del viernes tenía cinco finales marcadas para los nuestros y el botín fue esplendoroso: oro, campeonas del mundo, para el K4 500 femenino integrado por Sara Ouzande, Lucía Val, Estefanía Fernández y Bárbara Pardo; plata de Pablo Graña en C1 200; y bronces para el K4 500 masculino de Adrián del Río, Álex Graneri, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, y el C2 500 femenino de Mari Àngels Moreno y Viktoriia Yarchevska.
“Sabíamos que iba a ser una regata dura porque entraba el viento de lado y el agua era espesa por las tormentas. El ritmo debía ser medio para llegar con fuerzas al final. Cuando llegó el momento de remontar tras el ‘va’ de Sara (Ouzande) respondimos como bestias. La entrada fue ajustada, pero vimos que teníamos el cuerpo delante de las chinas por lo que... éramos campeonas del mundo. En este equipo hemos aprendido que en lo que crees te crea. Este oro es un sueño en una regata perfecta. Sabemos que con la unión, la confianza y la certeza que tenemos en este K4 500 las cosas salen", decían unas emocionadas campeonas del mundo.
“Estoy contento, pero no puedo negar que tengo un poco de rabia por no haber logrado el oro (se quedó a 0.03 del uzbeco Artur Gulier). Se me ha hecho larga la regata y los últimos metros me han costado; no he aguantado bien”, afirmaba Graña tras colgarse la plata. “Estamos muy orgullosas tras un año trabajando muy duro y luchando. Hemos logrado el objetivo y volvemos con un bronce mundial. Ahora a seguir trabajando para ir a por más medallas”, explicaban Moreno y Yarchevska.
“El sabor de este bronce es algo agridulce porque veníamos a por más, pero el nivel es altísimo. El punto de partida es muy bueno, pero quedan muchas cosas por hacer. Pese a la ambición estamos muy contentos, toca seguir mejorando de cara al futuro y los Juegos de Los Ángeles 2028. Un ciclo olímpico es muy largo y hay que trabajar mucho. En eso estamos y seguro que las cosas saldrán. Tenemos ganas de hacerlo mucho mejor con este pedazo de equipo que tenemos”, reconocían los miembros del K4 500. Cuatro medallas para ser terceros en la tabla general (segundos por número de metales) tras la primera jornada de finales. Por su parte, Laura Pedruelo fue 6ª en K1 1.000.
JORNADA MATINAL.
Y si la tarde fue mágica, la mañana anuncia un fin de semana de más éxitos, ya que María Corbera dominó su semifinal del C1 500 femenino, la cual ganó con más de medio segundo de ventaja para convertirse en firme candidata para luchar por las medallas. Los pasos de Corbera los siguió Pablo Crespo en el C1 1.000 masculino, aunque siendo segundo de su serie. Y Roi Rodríguez también entró por mérito propio en la final del K1 1.000 masculino tras ser tercero en la semifinal.
Menos fortuna tuvieron Elena Gómez-Millán y Claudia Couto (C2 200 femenino) y Laura Pedruelo K1 500 femenino), que no pelearán por las medallas.
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