El pleno de la ‘era Velasco’ acaba: Marruecos somete a España

Cuartofinalista del pasado Mundial, sexta selección del ranking FIFA y tu verdugo en uno de los amistosos de 2024. En nada se parecía Marruecos a Suiza, Inglaterra y Bosnia, los tres rivales a los que la Selección Española de fútbol sala arrasó en la clasificación a la Eurocopa 2026 de Eslovenia, Letonia y Lituania, donde La Roja pretendía llegar con el pleno de victorias (9 de 9) que mantenía Jesús Velasco en su inmaculado currículum como seleccionador. No será así, después de encajar su primera derrota a los mandos del banquillo español ante unos Leones del Atlas que sacaron a la luz una preocupante fragilidad española en las transiciones defensivas. Los contraataques, la intensidad y el desborde individual marroquí fueron demasiado para una Selección que perdió por segunda vez en su historial ante la selección marroquí (nunca en partido oficial): 4-2.

Tal como se presuponía, el partido fue todo menos un amistoso cualquiera. Desde la primera posesión de Marruecos, la grada local entonó un olé tras otro con cada pase de los suyos, ambiente que caldeó aún más cuando en el primer ataque de España llegaron pitos ensordecedores. Después del sonido de viento, las cosas no mejoraron para los de Jesús Velasco, que pagaron caras sus numerosas inseguridades defensivas. En un contragolpe milimétrico en el minuto 3, El Mesrar abría la lata y hacía enloquecer al pabellón La Salle Moulay Abdellah. Las sensaciones no mejoraron poco después, por lo que España hubo de conformarse con el perdón de su rival, después de un balón al poste tras una indecisión entre Mellado y Chemi (hoy titular en portería) y dos contraataques más errados.

Mediado el primer tiempo, el peso del escudo comenzó a surtir efecto. A un grande como España no se le puede conceder regalos, tampoco desaprovechar infinidad de ocasiones, porque al final lo pagas caro. Cuando más tenían el agua al cuello, los de Velasco salieron a flote con el empate de Daniel, remate de primeras tras un envío largo de Raúl Gómez. El ambiente se enfrió, y eso le vino bien a la Selección, pero las incursiones y la insistencia en área rival continuaban, en mayor medida, con el sello marroquí. El merecido premio llegó con el 2-1 (15′), obra de Charraoui, con una vaselina espléndida que castigó una pérdida de balón previa de Novoa.

A tenor de lo visto, la mejor noticia para España de cara a la segunda parte era clara: sólo marchaba un gol por debajo. El calvario continuó para La Roja con las transiciones rápidas de Marruecos, por lo que la única respuesta efectiva fue cometer numerosas faltas que cargaron de amarillas a los españoles. Esto provocó, después de dos meritorias intervenciones de forma consecutiva del guardameta marroquí (inadvertido durante gran parte del choque), que Marruecos acudiera al punto de doble penalti. Chemi consiguió desviar el primer lanzamiento desde los diez metros, pero no el segundo que transformó Amazal para el 3-1.

A España no le quedaba otra que recurrir al portero-jugador para los últimos minutos, y así llegó el mejor tramo del partido para los de Velasco. En una buena jugada colectiva, Dani Zurdo acortó distancias a menos de dos minutos para añadir más picante al partido. Por desgracia, la emoción se cortó de raíz a los pocos segundos, cuando Charraoui puso la pelota en la escuadra tras la enésima pérdida de balón española en las inmediaciones del área. El próximo martes, también en Rabat, posibilidad de redención para una España que tiene trabajo por hacer…

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