FÚTBOL SALA | INTERCONTINENTAL
El Palma Futsal conquista su primera Intercontinental en los penaltis
El conjunto balear supera en los penaltis al Cascavel brasileño para hacerse con su primer título de la Intercontinental. Muller, decisivo en la tanda.
Más de 11.000 kilómetros de distancia, 18 horas de viaje... Hasta el gran conocedor del equipo contrario, el exinterista Carlao, militaba en las líneas enemigas. Pero el Palma Futsal no entiende de imposibles. Todos los muros fueron derribados para éxtasis de los 500 aficionados más fieles que se acercaron al pabellón de Son Moix a disfrutar en pantalla gigante de la actuación de los suyos en Brasil. Daba igual la espera, el sacrificio y las altas horas de la madrugada, porque el Palma había hecho historia al alzar su primer título de Copa Intercontinental ante el Cascavel Futsal. Nadie se lo quería perder. Los chicos de Antonio Vadillo igualaron la contienda en la segunda mitad tras un 3-1 adverso y forzaron los penaltis, habitación del pánico en la que Muller se disfrazó de superhéroe con dos paradas y Fabinho apuntilló.
“Esperamos un partido bronco”, advirtió Gordillo a AS en los días previos al partido. No se equivocaba. El Ginásio Costa Cavalcante fue una caldera desde el pitido inicial, fervor que los jugadores del Cascavel trasladaron al 40x20 con una presión asfixiante. Pero tras unos primeros minutos de agobio, los de Antonio Vadillo cambiaron las tornas de la mejor forma posible. Moslem, como hiciera ya en la reciente Ronda Élite de Champions, fue protagonista. Primero, balón al poste tras una conducción eléctrica de las suyas. Después, asistió a Rómulo para que este abriese la lata con un misil imparable.
Hasta ese momento, el Palma había hecho lo más difícil, adelantarse en el marcador y llevar el dominio del juego en territorio hostil. Por desgracia, la reacción del conjunto brasileño no se hizo esperar y en tres minutos le dio la vuelta al choque. Jhony hizo el 1-1 culminando una gran jugada colectiva y Matheus comenzó su show. El guardameta firmó el 2-1 en su primera internada en campo contrario con un disparo lejano que Muller no vio bien al tener a Rómulo justo delante. Cerca del descanso, Matheus siguió a lo suyo: participó en el 3-1, resuelto de forma magistral por Selbach con un gol de espuela, y sacó dos manos prodigiosas a sendos trallazos de Moslem y Gordillo. Tocaba remar...
Dos goles de diferencia parecían un abismo, pero los baleares se encargaron pronto de demostrar lo contrario en una segunda mitad en la que su perseverancia superó a los chispazos de genialidad brasileños. Gordillo ‘tocó' el violín, su particular celebración, y eso era sinónimo de gol. Rómulo, trascendental una vez más, sirvió de tacón el cuero para que el internacional español recortase distancias con un preciso tiro cruzado. Poco después llegó el 3-3 con el que terminó el tiempo reglamentario. El centro tenso de Marcelo buscaba a Bruno Gomes, pero encontró la colaboración involuntaria de Rabisco, que introdujo la pelota en su propia portería. El Palma dominó y mereció más, con ocasiones tan claras como un taconazo de Bruno Gomes que Jhony salvó bajo palos, pero la tanda de penaltis decidió el título. Ahí hubo justicia.
Es el séptimo trofeo de la Intercontinental para un equipo español, primero en la cuenta particular de un Palma que sucede a Movistar Inter (cinco títulos) y Caja Segovia (uno) en el palmarés. Un Palma Futsal que, tras conquistar la Champions el curso pasado, consolida en apenas nueve meses el ambicioso proyecto que inició hace justo 25 años (se fundó en 1998) con dos éxitos internacionales. Sólo dos trofeos figuran en sus vitrinas, pero vaya dos. Reyes de Europa. Ahora también del mundo.
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