El nuevo deporte olímpico en el que España manda: “Deberíamos pelear por ganar el medallero”

Pistoletazo de salida. Carrera a pie hacia el bote partiendo desde la playa. 500 metros en el mar, con las olas en contra, y de vuelta a la arena, con otro esprint hasta la meta. “Todos los que lo han visto, flipan. Cuando entrenamos, se nos acercan todos los bañistas para vernos”, explica Ander Martín, uno de los campeones planetarios con los que, desde este viernes (y hasta el domingo), España abordará los Mundiales de beach sprint, modalidad de remo que debutará como olímpica en Los Ángeles 2028. En los últimos años, dominada por la delegación nacional. En Génova (Italia), después de un viaje más largo de lo esperado (más de 10 horas), se espera extender el reinado. “Vamos a intentar conseguir las máximas medallas y creo que, si todo sale normal, deberíamos pelear por ganar el medallero. Siempre que voy y me desean suerte, yo siempre digo que no la quiero: yo quiero que todo salga normal, con eso me conformo”, lanza Adrián Miramón, con siete oros mundiales, sobre una disciplina en la que siempre puede haber sorpresas.

En total, España acude a los Mundiales con nueve barcos, cinco juveniles y cuatro absolutos, y la expedición nacional competirá en todas las categorías. Por primera vez, con los Juegos como horizonte, un gran cambio. Una nueva vida. “La verdad es que la Federación se ha involucrado mucho y estoy muy agradecido. Nos han facilitado la logística de las competiciones y hemos tenido tres concentraciones en el CAR de Murcia. La última, de 37 días. Nos sentimos respaldados y valorados. Es un plus y también se siente la responsabilidad (risas). Los años anteriores ibas representando a España, pero no era lo mismo”, explica Miramón, que acudiría a Los Ángeles con 37 años. “Nos podrían haber metido antes, la verdad, pero me hace mucha ilusión”, bromea el malagueño, cuyo día a día ha dado un vuelco.

Hasta el presente año, Miramón había combinado el remo de mar (tanto la larga distancia, conocida como endurance, como el beach sprint) con las traineras, disciplina con la que sostenía su economía. Sin patrocinadores, también trabajaba como representante en España de la marca irlandesa de botes Kanghua, con la que sigue ligado. Ahora, lo apostará todo a la misma carta. “La preparación ha ido muy bien. Antes, yo entrenaba sólo para las traineras, no para el beach sprint. Se me daba bien y ganaba, pero entrenaba para la larga distancia. Este año, la Federación, desde el principio, nos animó a especializarnos. La verdad es que he notado una mejoría considerable. Físicamente, he dado un salto de calidad grande. He sacado músculo. El cuerpo ideal para el esprint es muy diferente al de las largas distancias, como el de un mediofondista y un velocista en atletismo”, explica con la ilusión de un niño. “Ya hemos planeado una preparación para los cinco años”, anticipa.

Una pareja imbatida

En Génova, Ander Martín competirá con Esther Briz, que viene de conseguir un diploma en los Juegos de París en remo tradicional, al lado de Aina Cid. Juntos, sin embargo, ya tienen un pasado muy reciente y muy exitoso en beach sprint: fueron campeones del mundo en el bote mixto tanto en 2021 como en 2022, cuando también lograron el oro europeo. “Somos una pareja que funcionamos. El día a día es duro porque tenemos mucha confianza (risas), pero competir con él lo disfruto mucho. Ahora, hablamos día sí y día también de la baza de los Juegos, pero están aún a cuatro años”, explica Briz sobre una dupla que empezó “de broma” y que se conoce desde los 15 años. “Lo hablamos en juveniles. Ander había competido, pero yo, viniendo de Zaragoza, pues no. Como me apunto a un bombardeo, lo montamos”, añade la aragonesa, que aún no tiene claro su futuro. “Le estoy dando vueltas. Me considero un híbrido y me gustaría compaginar remo tradicional y remo de mar, pero no me quiero precipitar en la decisión”, reflexiona.

Por delante, Esther tiene “una oportunidad única”. Ander, especialista en remo de mar, coincide. En los próximos años, el nivel de la disciplina, como sucede con todos lo deportes que entran en el programa olímpico, subirá, pero no temen lo que pueda venir. “El nivel medio va a subir, pero no creo que el nivel de las medallas varíe mucho. En Mundiales anteriores, ya hemos competido con medallistas y campeones olímpicos. Que suba el nivel es una cosa que me motiva más. Siempre se ha hablado que cuando los del remo tradicional se pasaran al beach sprint lo ganarían todo. Son gente que físicamente está muy preparada, pero entran muchos factores en juego, desde la táctica o el conocimiento del terreno, que no se tienen en el remo tradicional”, explica el de Torrevieja, con las ideas claras. “Somos una pareja que no nos ha batido nadie. No creo que tengamos ninguna presión, pero el objetivo es hacer lo mismo que hemos hecho hasta ahora”, lanza. Como España hasta Los Ángeles.

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