Carlota González, sin miedo al vacío

Los nervios siempre aparecen cuando realizamos acciones por primera vez. Todos nos ponemos nerviosos en nuestra primera clase de autoescuela o en un examen que puede marcar nuestro futuro. Carlota González, como cualquier mortal, también le afloran los nervios ante nuevos retos, pero cuando se sube a la plataforma antes de iniciar su salto, ella es capaz de dejar la mente en blanco y concentrarse en clavar su salto, dejando a un lado los 20 metros que la separan del agua.

Carlota, que realizaba salto de diez metros en su club de toda la vida, el Real Canoe, decidió apostar por el High Diving por petición de su entrenador, Ramón Fumadó, que le auguraba un gran futuro en esta disciplina que está en auge en el mundo acuático, y tenía razón. Ahora, la saltadora madrileña coge el testigo de Celia Fernández, la española más destacada en los grandes saltos, y participará en sus primeros mundiales con tan solo 20 años, debutando esta madrugada en las rondas preliminares (04:30 en Teledeporte).

Ella no estará sola en su primera experiencia mundialista, ya que estará acompañada por un saltador experimentado en esta disciplina como es Carlos Gimeno, que ha ayudado mucho a Carlota en la preparación de este Mundial.

“Entreno con él la mayoría de los días, me ayuda muchísimo en los entrenamientos, también en técnica de salto, y me da muchos consejos para poder afrontar los campeonatos y estar tranquila ahí arriba”, indicaba Carlota sobre el saltador canario, que le ha sido de gran ayuda para mejorar día tras días y afrontar sin pavor, la gran altura a la que se encuentra la plataforma (20 metros en el caso de las chicas y 27 metros en los chicos) y la velocidad que alcanzan en los saltos, que rozan los 90 kilómetros por hora.

Carlota González avanza su carrera salto a salto.

La saltadora, al igual que le pasaron a muchos compañeros de profesión como el propio Carlos Gimeno o Celia Fernández, compagina su pasión por las alturas con sus estudios. La madrileña se encuentra ahora mismo en segundo de enfermería, aunque no le impide seguir entrenando gracias a la organización, que según ella es un aspecto fundamental en todos los aspectos de la vida. Carlota tiene claro que quiere ejercer como enfermera, pero su prioridad ahora mismo son los mundiales de Fukuoka y su carrera deportiva.

La madrileña afronta esta primera experiencia con entusiasmo y ganas de demostrar todo el trabajo labrado en las duras semanas de entrenamiento. La saltadora no se pone objetivos y desea que pronto pueda manifestar su valía subida en el trampolín en unos Juegos Olímpicos, donde el high diving aún no está incluido en el programa.

“Mis aspiraciones en este Mundial son realizar los saltos lo mejor posible, ganar experiencia, que es importante con la edad que tengo y disfrutar del campeonato, para que en un futuro no muy lejano pueda demostrarlo en unos Juegos Olímpicos, quién sabe si en Los Ángeles 2028, pero para eso necesitamos más deportistas que se atrevan en esta categoría para que pueda ser catalogado de olímpico”, cierra.