BÁDMINTON | MADRID SPAIN MASTERS

Billete de Río a París: “Ojalá, las dos hemos superado muchas cosas”

Pusarla Sindhu, subcampeona olímpica en los Juegos que coronaron a Carolina, habla con AS de pasado, presente y futuro. Mantienen una fuerte amistad.

BWF World Tour

Nada más tocar el cielo, Carlina Marín se tiró al suelo. Bocabajo, con las manos sobre la cara y llorando de alegría. Su entrenador, Fernando Rivas, fue la primera persona en acercarse a la onubense. La segunda fue Pusarla Sindhu. La jugadora india acababa de perder la final de los Juegos Olímpicos de Río, pero había ganado su amiga. Además, en un partido para el recuerdo. Pusarla se llevó el primer set, muy reñido, y Carolina remontó con autoridad, cerrando el oro en un tercer parcial impoluto. “Fue un gran partido. Las dos dimos el 100% de lo que teníamos en ese momento. Ella jugó muy, muy bien y sólo podía ganar una. Para mí, fue duro, claro. Desde entonces, han cambiado muchas cosas”, recuerda Sindhu, en conversación con AS, de aquel 20 de agosto de 2016. Hace siete años ya.

Sobre la pista, la jugadora india, que impacta por su tamaño y fuerza, es hielo. Su carácter, muy calmado, contrasta con el de Carolina, puro fuego. Más allá de la competición, sin embargo, se entienden como pocas jugadoras dentro del circuito internacional. “Es una gran amiga. Pese a que sobre la pista somos rivales, fuera somos buenas amigas. Es una amistad que perdurará para siempre. Creo que en el deporte debe ser así. Como decía, en cada partido que juegas, sólo puede haber un ganador, todo el mundo quiere ganar y trabaja duro para ello, pero eso no quita que puedas tener amistades fuera de la pista”, reflexiona Sindhu. En el Madrid Spain Masters, Marín lidera el cuadro por la parte de arriba y Pusarla, por la parte de abajo. Eran las favoritas para una hipotética final y, de momento, están haciendo buenas las apuestas: están a un partido de reeditar la final de Río.

Es la primera vez de Sindhu en Madrid. Carolina, por su parte, ha competido varias veces en India. Pese a ello, y a su fuerte amistad, nunca han coincidido en el país del sudeste asiático. “Tenemos pendiente vernos en India, en mi casa. Siempre que ha venido a jugar, no hemos podido coincidir. Espero que la próxima vez que venga nos podamos ver en mi país”, desea Pusarla, apodada ‘matadragones’ por su capacidad para derrotar a jugadoras chinas, algo que sí comparte con Carolina. Las dos, también, vienen de superar tramos complicados en sus trayectorias. “Recuerdo los últimos Juegos, cuando ambas disputamos la final. Fue bonito competir frente a ti. Te voy a echar de menos, verte en la pista. Espero que podamos competir pronto de nuevo. Vuelve rápido y recupérate pronto. Muchos besos”, le dedicaba la jugadora india a Carolina tras su grave lesión a dos meses de los Juegos de Tokio, en los que Pusarla fue bronce.

Un clásico que quiere más

“Es una jugadora muy fuerte. Y ha vuelto fuerte”, dice ahora Sindhu sobre su amiga española, que hace once meses, en su reaparición tras destrozarse la rodilla, conquistó su sexto europeo seguido en Madrid. Desde su icónica final, se han enfrentado ocho veces más, con un balance general de diez victorias para Carolina y cinco para Pusarla. Un clásico del bádminton. Ella, tras ganar los últimos Juegos de la Commonwealth, estuvo cinco meses alejada de las pistas debido a una lesión en el pie izquierdo. Ahora, ambas rozan la enésima final de sus carreras. Y miran a París. “No será fácil. ¡Ojalá! Las dos hemos estado luchando y superando muchas cosas desde entonces (Río). Vamos a intentarlo, eso seguro”, dice Sindhu sobre una posible reedición olímpica de aquella final. Antes, se puede dar en la capital.

Lo más visto

Más noticias