Los deportistas catalanes tendrán que ducharse en casa
La Generalitat propone nuevas medidas contra la sequía, que pasan por el ahorro de agua en vestuarios. A cambio, podrán regarse campos de práctica federada y llenar piscinas públicas.
Del escenario de excepcionalidad por la sequía que azota el territorio catalán se pasará la próxima semana a la fase de preemergencia, donde el consumo de agua se reduce a un máximo de 210 litros por habitante y día. “El momento es muy crítico”, aseguró este martes el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, quien anunció una serie de medidas previstas por la Generalitat de Catalunya para paliar la falta de lluvias, y que afectan de pleno al deporte.
En concreto, la más llamativa y la que puede concernir a más deportistas es la prohibición del uso de las duchas tanto en los gimnasios como también en los vestuarios de los centros donde se practica el deporte federado. Un paso que puede conllevar polémica, y que se toma como compensación a que se siga permitiendo el riego del césped –prohibido en el resto de casos: jardines, particulares…– sólo en superficies destinadas a la práctica federada del deporte, aunque con la mitad de la dotación actual, así como el rellenado parcial o primer llenado de las piscinas de uso público.
Argumenta Mascort que “se trata de permitir que la gente pueda seguir practicando deporte, pero promoviendo el ahorro de agua”, a lo que añade: “Yo he jugado a fútbol y sé que la ducha en los vestuarios es un momento importante para los equipos, pero es algo de lo que se puede prescindir”. Algo semejante ocurrió durante las primeras fases de la pandemia por COVID-19, si bien los motivos en aquel caso eran estrictamente sanitarios.
En la práctica, estas restricciones pueden afectar a hasta seis millones de personas, las que forman parte de los 202 municipios abastecidos por el sistema de los ríos Ter y Llobregat, entre los que se encuentran Girona, Tarragona y la capital, Barcelona.
Se pretende dilatar al máximo el escenario de emergencia, no obstante cercano porque entrará en vigor si los embalses quedan al 16 por ciento de su capacidad, cuando la realidad es ya se encuentran por debajo del 18 por ciento. Es por ello que se ha presentado la campaña ‘L’aigua no cau del cel’ (El agua no cae del cielo), con el fin de concienciar con más ahínco del uso responsable del agua entre la población catalana, a falta de lluvias.
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