Greg Norman vuelve a Augusta... como espectador

Greg Norman está de vuelta en Augusta. Pero no con la condición que cabría esperar de alguien que fue tres veces segundo en el Masters, y seguramente tampoco con la que alguien de su carácter tendría en mente. El australiano, que el año pasado, en el punto álgido de la refriega PGA-LIV, no recibió una invitación para acudir al torneo, fue visto el miércoles en el campo como un espectador más, con su característico sombrero vaquero y un polo con el logotipo del LIV, del que es CEO.

“Caminando por aquí hoy no ha habido una sola persona que me preguntara por qué he hecho lo que he hecho. En cambio ha habido cientos de personas que me han parado, incluidos guardias de seguridad, para decirme que es fantástico lo que hacemos. Eso habla muy bien de la plataforma que tenemos y de lo buena que es para el mundo del golf”, aseguró el ‘Gran Tiburón Blanco’ en una breve entrevista con el Washington Post.

Según aseguró su hijo este jueves en una publicación en X (el antiguo Twitter), su padre ha tenido que acudir a la reventa para conseguir una entrada pues, asegura, “se la denegaron a través de los cauces profesionales habituales”. El año pasado le fue esquiva una invitación que antes del cisma recibía. “Queremos que el foco esta semana esté en el Masters y en los grandes jugadores que participan en él”, lo argumentó entonces el presidente, Fred Ridley, en ese estilo tan políticamente correcto del Augusta National, que como señalaba estos días en Golf.com Josh Sens, habla un inglés particular, en el que el subtexto es más importante que el propio texto.

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