La suerte esquiva a Rahm en el inicio de los playoffs

Se dice habitualmente que el golf es un deporte decidido por escasos centímetros (golf is a game of inches), y este jueves a Jon Rahm le tocó sufrir la parte mala del apotegma. El español tuvo un mal comienzo en el TPC Southwind (Memphis, Estados Unidos), donde ayer se inauguró el St. Jude Championship, primero de los tres torneos finales de la FedExCup. En su ronda inaugural, Rahmbo tiró 73 golpes, tres sobre el par del campo, que hacen que sea 65º de un total de 70 participantes. Lejos queda el primer líder del torneo, el estadounidense Jordan Spieth (-7 después de una vuelta de cinco birdies y un eagle) y su más inmediato perseguidor, el surcoreano Tom Kim (-6).

El día prometía para Rahm, líder en la clasificación de la FedExCup y que compartió partido con sus más inmediatos perseguidores: Scottie Scheffler (2º) y Rory McIlroy (3º). Este trío, curiosamente, también es el podio del ranking mundial. Partido estelar, y Jon respondió a la expectación nada más salir dos horas más tarde de lo esperado debido a un retraso por climatología adversa. Birdie al 10 (comenzó su vuelta desde este hoyo) tras un buen putt y birdie al 15 después de un prodigioso backspin. El de Barrika se sentía cómodo en Memphis, con un especial acierto desde el tee de salida. Cuando el driver le funciona, todo va sobre ruedas.

Aquella levitación, sin embargo, se esfumó en un hoyo 16 que resultó fatídico. La salida de Rahm, sin ser mala, se fue levemente a la izquierda, y un desafortunado rebote con un árbol mandó su bola fuera de límites. Tuvo que repetir desde el tee, y el primer bogey del día fue inevitable. Nada fue lo mismo desde entonces para Jon, que mostró un juego más gris y siguió sin toparse con la fortuna. Tuvo un nuevo episodio de falta de suerte en el 18, donde su salida no llegó a calle y amerizó en el agua por escasos centímetros. Doble bogey y sensación de estar gafado en la jornada del jueves.

El mal momento del vasco se prolongó con bogeys al 2, al 5 y al 9, y el birdie al 6 tras un gran segundo golpe fue la única señal positiva en la parte final del recorrido. Con un resultado de +3 y apenas tres jugadores por detrás de él en la clasificación, la buena noticia para Rahm es que no hay corte en este St. Jude Championship (una de las principales novedades de la edición). Con tres días asegurados por delante, el número uno de la FedExCup tiene tiempo de sobra para remontar el vuelo. Tiene, además, todavía un buen colchón, y es que, si todo acabase así, mantendría el primer puesto en los playoffs (cuenta con 174 puntos de ventaja sobre un Scottie Scheffler que es 15º con -3). Que no cunda el pánico.