Europa compra la vitrina

EE UU se conjuraba a nivel individual, porque sensación de equipo no dan con sus gestos, para salvar el honor de las barras y estrellas en los fourballs (cada jugador con su bola y puntúa la menor puntuación por hoyo) de la jornada vespertina. El 9,5 a 2,5 hería el orgullo de los estadounidenses y querían la maquillar la masacre en la que se estaba convirtiendo la 44ª edición de la Ryder Cup en el Marco Simone romano. La revancha europea tras la pesadilla de Wisconsin 2021 estaba en marcha, pero los norteamericanos que capitanea Zack Johnson deseaban mostrar su nivel y, de paso, dejarse alguna opción remota de remontada en los individuales del domingo.

Los tres partidos iniciales comenzaban con un rotundo rojo en los marcadores parciales, pero según avanzaban los diferentes recorridos el empuje inicial se reducía en alguno de los casos salvo en la dupla Burns-Morikawa que seguía apretando en su enfrentamiento ante la pareja del frío, Hovland y Aberg, que caían con claridad y de forma prematura por 4&3 tras batir en la matinal el récord histórico de diferencia en el evento bienal al derrotar por 9&7 a Scheffler y Koepka. Por su parte, Max Homa y Bryan Harman (los mejores estadounidenses en lo que va de Ryder) hacían lo propio ante Fleetwood y el debutante danés Hojgaard (22 años), el más joven de los 24 participantes en Italia), por 2&1.

La brecha en el acumulado se reducía un poco, pero EE UU necesitaba un pleno. Y Europa no estaba dispuesta a consentirlo pese a que su capitán en la sombra, Jon Rahm, no era partícipe en el tapiz verde aunque sí con un buggy acompañando a sus compatriotas de continente, al decidir el capitán azul, Luke Donald, que descansara tras 54 hoyos de intensa competición en apenas 30 horas. El veterano Justin Rose (43 años) y el seguro de vida Rory McIlroy tomaban los mandos. El inglés, con seis participaciones en la Ryder en la mochila, guió el camino del novato escocés MacIntyre, para derrotar ambos a dos lobos hambrientos como Spieth y Thomas.

Por su parte, el norirlandés demostró galones de general pero no tuvo el apoyo de un irregular Fitzpatrick y vio como perdían un partido que en el que iban por delante en el 16. Un prodigioso birdie de Cantlay desde 14 metros en el agujero final salvó los muebles de los norteamericano para alcanza un positivo 3-1 en la sesión vespertina que significaba un 4-4 en el día, pero aún así la desventaja era muy grande, cinco puntos. La misma tras el viernes. Nunca EE UU ganó a domicilio tras llegar por detrás a los individuales. Y esta vez deben remontar muchos puntos. A Europa le valen cuatro victorias de doce (o sumar una combinación de triunfos y empates que dé lugar a ese número) para alzar la Ryder Cup. Eso sí, Rahm es cauto: “Hay que finalizar el trabajo”.

PARTIDOS INDIVIDUALES DEL DOMINGO

11:35 Rahm-Scheffler

11:47 Hovland-Morikawa

11:59 Rose-Cantlay

12:11 Mcilroy-Burns

12:23 Fitzpatrick-Homa

12:35 Hatton-Harman

12:47 Aberg-Koepka

12:59 Straka-Thomas

13:11 Hojgaard-Schauffele

13:23 Lowry-Spieth

13:35 Fleetwood-Fowler

13:47 MacIntyre-Clark