BALONMANO

Dani Gordo acaba en El Ahly; Óscar Gutiérrez trabaja con la selección

El Cisne recupera a Chapela, del retiro. Dinamarca piede a Zachariassen para el Mundial. El extremo Magnus Linden (Kiel), en observación

Hoy mismo el entrenador palentino Dani Gordo (41) ha comunicado que deja de trabajar en el banquilo del Al Ahly, el segundo club más destacado de Egipto de balonmano, con el que ha logrado el tercer puesto en la Copa de África. El que fuera responsable del Nava, que llegó hace cuatro meses al cuadro, sin embargo, no cumplirá el objetivo de dirigir a los suyos en la Super Globe de la próxima semana (18 al 23 de ocubre) en Dammam (Arabia Saudita).

La salida de Gordo (era el entrenador del Meshkov de Bielorrusia pero tuvo que abandonar por la guerra de Ucrania), prácticamente se solapa con la llegada al Egipto de Óscar Gutiérrez como ayudante de García Parrondo en la selección masculina, en la que reemplaza a Rubén Garabaya. Óscar había trabajado con Juan Carlos Pastor en la selección española, donde coincidió con García Parrondo cuando era jugador, incluso le dio clases en el curso de entrenadores: cuando el alumno te da trabajo (de colaborador) porque necesita un técnico de confianza para que trabaje este trimestre con los mejores jugadores del país de cara al Mundial.

Mala noticia para la selección de Dinamarca: el pivote internacional Anders Zachariassen (31 años) se perderá lo que resta de temporada por una lesión de ligamentos en la rodilla. Ya sufrió otra lesión del mismo tipo, pero en la otra rodilla, cuando militaba en el Flensburg alemán, y ahora lo hace en el Gudme danés. Otra baja en Dinamarca, aunque no parece tan grave, es la del extremo Landin; el Kiel alemán, club en el que milita, ha informado, que el jugador ha sufrido unos problemas físicos con su selección y está hospitalizado en Copenhague.

En la Liga Asobal, el Cisne de Pontevedra recupera a David Chapela (31), un lateral izquierdo de 1,88 metros que se retiró del balonmano desde hace años. Chapela, que trabaja en Pontevedra como preparador físico, regresa a su club con un contrato de dos meses para echar una mano en una plantilla abrasada por las lesiones: los laterales Gabriel Cavalcanti, Gualter Furtado, Bruno Vázquez y Marko Ojeda, el pivote Román Arbeloya, al extremo Dani López, y al central André De Moura.

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