La jefa Peleteiro es de oro

Ana Peleteiro-Compaoré Brión (Ribeira, 28 años) empieza su ritual. Esté donde esté conecta con el público. El ritmo exacto de palmas que quiere desde la grada, el grito que despierta el fuego de su interior, la mirada fija en el objetivo. Ahí comienzan los 46 metros de carrera que tiene perfectamente trabajados con su entrenador Iván Pedroso antes del ‘hop, step and jump’. Mientras el sol entre las nubes se despedía definitivamente de la capital de Italia y llovía ligeramente, la española iniciaba su primer ritual. 14,37 dejándose 21.8 hasta la tabla y con viento a favor de 0.7. Fantástico inicio con un vuelo que le acercaba ya mucho al podio...

El estado de forma de la española es excepcional y aunque sus rivales mejoraban... ella también lo hacía. Segundo intento de 14,46 (-0.7) con 13 cm de margen al nulo. Un paso gigante más hacia el objetivo... que sufría un contratiempo. La turca Tugba Danismaz volaba hasta 14,57 para reventar el récord de su país. Peleteiro tenía cuatro saltos para darle la vuelta. En las piernas y en la cabeza tenía muchos centímetros más de mejora. Algunos recuperó en el tercero tras irse a 14,52 (-0.9). Necesitaba un poco más tras ajustar mejor la batida hasta solo 5,4 cm del límite.

Ana es una competidora excepcional y era un gran momento para volver a demostrarlo. ¡Y de qué manera! 14,85 (-0.5) en el cuarto. Impresionante. Su segundo mejor salto de siempre tras el 14,87 de los Juegos de Tokio, que es el récord de España. Golpes en el pecho, abrazo a Pedroso. El oro estaba casi en el zurrón. La turca miraba a la española. Ser plata tras un fenómeno como ella era un gran resultado. Nulo en el quinto y 14,47 para cerrar el concurso. Oro espectacular, el primero de España en Roma 2024. “Los 15 metros llegarán cuando tengan que llegar. No me conformo con el bronce en París, aunque si lo gano me lo quedo, ¿eh? (ríe). Quería este oro y lo he conseguido con 14,85. Me encuentro mejor que nunca”, dice la nueva campeona de Europa.

Peleteiro es la jefa del atletismo español. No es la capitana, no decide nada ajeno a ella... pero todos le respetan. Si la fabulosa medalla de bronce olímpica habla, escuchan. Si monta un videoselfie de TikTok nadie niega participar. Domina las redes como pocos, sus post y stories en Instagram se viralizan continuamente. Y si tiene que decir algo, lo suelta sin tapujos. Sea lo que sea. Es una profesional del deporte y una artista de la vida. “Trabajo cada día para no ser solo Ana Peleteiro la triplista”, ha dicho varias veces en entrevistas a AS.

En Roma llegaba con una idea firme en la cabeza: “No pienso en otra cosa que no sea el oro, en ser campeona de Europa”. Ya lo fue en pista cubierta, en 2024 se había obsesionado con hacerlo al aire libre. En año de Juegos. En el año de su regreso tras la maternidad. En el mismo día que su pareja y padre de Lúa, Benjamin Compaoré, se clasificaba para la final masculina de la misma especialidad del triple brinco horizontal. Peleteiro guía su propio camino, le pese al que le pese. “Estoy muy tranquila y tengo muchas ganas de dar una alegría”, afirmaba sonriendo mientras levantando el pulgar de la mano para determinar que el pasillo flotante era de su agrado el día que lo pudo pisar por primera vez. La previa apuntaba a una bonita historia resuelta con un oro. Faltaba llevarlo a la práctica. Y Ana cumplió, como siempre hace cuando da su palabra. Séptima medalla internacional en su carrera, cuarta continental.

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