JUEGOS OLÍMPICOS | ATLETISMO
Peleteiro toca el cielo: bronce y brutal récord de España
La gallega, de 25 años, se llevó el tercer puesto olímpico con 14,87, un nuevo récord de España por 14 centímetros. Histórico. Ganó Yulimar Rojas, con plusmarca mundial, 15,67.
A Ana Peleteiro le cambia la cara en las grandes competiciones. “Se me ve en la mirada, no sé qué es”. Habla al foso, maldice, desea, incluso reza... Es como una especie de transformación. De su personalidad desenfadada de tiktoker pasa a una persona superconcentrada. Así rompe barreras que parecían imposibles. Porque sí alguien creía en una medalla olímpica era ella. Y aquí está, es bronce en los Juegos de Tokio 2020. Con 14,87, reventando su anterior récord de España por más de 14 centímetros. Ganó Yulimar Rojas, su compañera de entrenamientos, con 15,67, una brutal plusmarca mundial.
Mientras su colega Yulimar fundía el pasillo en el primer intento (con 15,41) y se aseguraba el oro, Ana Peleteiro llegaba definitivamente a su mejor versión. Con 14,55 para empezar, con un récord de España, 14,77, en el segundo. En ese momento el mejor salto de su vida, que le valía provisionalmente para ser tercera, pero tras el siguiente intento (nulo suyo) pasó a ser cuarta. La jamaicana Ricketts había saltado 14,84 y se había colado inesperadamente la portuguesa Patricia Mamona,14,91 y récord luso. Con ese escenario, y Yulimar con su poderoso 15,41, pasaron a la mejora… Quedaba más Peleteiro.
La de Ribeira, de 25 años, trataba de enganchar, el cuarto no fue. Parecía cansada. Que ya no era posible. Hablaba con Pedroso y su pareja, Nelson Évora, campeón olímpico en Pekín 2008, hasta se enfadaba. "Me acojoné de verlo así", revela Peleteiro que se dijo: "Si deseas esto, vas a tener que dejarte la piel, porque las demás también lo quieren". Y se enchufó en la competición de nuevo. Como un misil. A dar tres brincos más.
"Me di dos hostias en la cara y adelante", revela. Y volvió esa mirada, la desafiante, la de los momentos decisivos. Hop, step, jump. Se convirtió en una barbaridad. 14,87, otro récord de España. Gritos de emoción, volvía a ser tercera, bronce virtual. Mamona se iba a 15,01,y se aseguraba la plata, pero Ricketts no era capaz de mejorar a la gallega.Una medalla de bronce olímpica para Ana Peleteiro, que lloraba de emoción. Hizo hasta el último salto, unos buenos 14,50. Igual es récord del mundo de alguien entre lágrimas. "Me quería despedir de la competición bien, era mi gran día. Esto puede cambiarme la vida".
Impresionante récord mundial de Yulimar Rojas
La explosión en lágrimas de Peleteiro fue mayor cuando hizo la última tentativa Yulimar Rojas, la que le acompaña todas las mañanas en los entrenamientos en la Fuente de la Niña de Guadalajara. Fue otra brutalidad de Rojas, récord mundial por 17 centímetros. Arrebatado a Inessa Kravets, la ucraniana que lo conservaba desde 1995 en 15,50. El entrenador de las dos miraba alocado. Iván Pedroso, el que fue campeón olímpico de longitud en Sydney 2000.
Lo habían conseguido. Yulimar, oro y récord. Ana Peleteiro, bronce. Daban la vuelta a la pista. Rojas con la bandera de Venezuela, Ana con la de España. Todas las tensiones de un año olímpico tan difícil, con pandemia. Los enfados, las frustraciones... Todo quedaba olvidado. "A Yulimar la ha visto sufrir, ser feliz, llorar... Si estoy aquí es por ella, porque al entrenar cada día mano a mano me he convertido en una atleta mejor", decía entusiasmada la gallega.
Era felicidad. Pedroso supo gestionar todo. Sacar lo mejor de ellas, hacer que fueran grandes amigas pese a la rivalidad, que en un año olímpico se multiplica, porque hay nervios, egos, dificultades. "Yo soy la que pone los problemas encima de la mesa y Yulimar es la que trae la alegría, la que quiere que todo el mundo sea feliz". Y bien que lo fueron las dos, en un estadio olímpico, dando la vuelta de honor juntas.
Yulimar celebraba con emoción: "Que mi compañera Ana haya ganado una medalla hace todo más maravilloso, yo siempre busqué el récord del mundo y aquí está. Hoy podemos decir que dos miembros del Team Pedroso estamos en un podio olímpico". Lo lograron bajo la dirección del sabio Pedroso, experto en la gestión emocional de talento, en hacer una piña para que lo individual sea un éxito colectivo.
Final de triple salto
La séptima medalla de España y el día en que la gallega tocó el cielo olímpico. Su rostro pasó de concentrado a la emoción total. Así es ella. Ana Peleteiro, bronce en Tokio 2020. Suena bien, si alguien creía... era ella.