Álex Txikon monta el Campo 1 en el Manaslu
El montañero vizcaíno se plantea ese objetivo tras dos intentonas anteriores. A Simone Moro se le espera en el mes de enero en el Campo Base
“Primera rotación en altura de Alex y sus compañeros. Tras la tradicional puya en CB el equipo ha subido hoy hasta el campo 1. Álex traslada que las sensaciones son buenas y que se encuentra fuerte y con muchas ganas”. Esa es la nota que ha colgado el servicio de comunicación del montañero vizcaíno hace unas horas. Habitualmente, ese campamento se suele colocar a unos 5.750 mts. Se trata de la tercera intentona del alpinista de Lemoa a esta montaña en estas fechas y sin la ayuda del oxígeno artificial. El 26 de febrero de 2016 completó la primera invernal al Nanga Parbat, la montaña desnuda de 8.125 mts. Nunca antes se había ascendido esta cota del Himalaya en estos meses tan fríos.
Una vez más, Txikon se rodea de sus compañeros nepalíes de confianza como Pasang Sherpa y Chhepal Sherpa, además de compartir permiso con su amigo Simone Moro, que llegará a la montaña en el mes de enero. Hace unos días estableció el Campo Base a 3.700 metros, bastante bajo con respecto a otras ocasiones. De esta manera evita las consecuencias de los aludes que hacen de la octava montaña más alta de la Tierra una de las más complejas debido a las avalanchas. El Manaslu también es conocido por los lugareños como el Kutang y su nombre significa “montaña de los espíritus”. Lo primero que hicieron tras llegar al Base fue celebrar la Puja, ceremonia con la que se ahuyenta a los malos espíritus.
Esta montaña fue ascendida por primera vez en 1956 por una expedición japonesa. Tiene 8.163 metros y últimamente se han cuestionado muchas de sus cimas ya que, en la línea de cumbres, hay dos puntas, tiene la forma somital de un cuerno. Algunos expertos consideran que la mayoría de los alpinistas han pisado la más baja y que no han completado la travesía hacia el punto de mayor altitud. Toshio Imanishi fue el primero que lo consiguió en compañía del sherpa Gyalzen Norbu. El nipón falleció en 1995. En 1984, un grupo polaco hizo la primera, y única hasta el momento, cima invernal.
La primera ascensión sin utilización del oxígeno artificial la firmó el tirolés Reinhold Messner en 1972. Aquella gesta terminó en tragedia por el fallecimiento de Andi Schlick y Franz Jaeger, que pertenecían a una expedición austriaca. Simone Moro intentará esta montaña por quinta vez en su trayectoria mientras que Txikon, que ha participado previamente en un trekking solidario por la zona del Everest, lo hace por tercera ocasión. No es el ochomil más técnico y lo que hace falta es una ventana de buen tiempo de unos tres o cuatro días y poder sortear el peligro de las avalanchas. Tras el K-2 reciente, todos los colosos suman ya ascensiones invernales. Ninguno está virgen.
El proyecto del vizcaíno no fue presentado en rueda de prensa ya que lleva en Nepal desde el mes de noviembre. Primero encabezó un grupo con SOS Himalaya al Campo Base del Makalu y luego hizo otro trekking al Valle del Khumbu rumbo al Base del Everest. En esta segunda iniciativa guio a un montañero de Zalla que tiene parálisis cerebral. Aprovechó la ocasión para visitar la aldea en la que vive Pasang Temba, el montañero que participó en la expedición al Everest de 1980 que concluyó con el nepalí y Martín Zabaleta en la cumbre.
Tras charlar con el sherpa Temba en Phakding se percató de sus problemas auditivos y decidió bajarle a Katmandú para que le realizaran una revisión en el otorrino. El médico le colocó unos audífonos y el veterano porteador de altura decidió quedarse unos días con el grupo de Txikon y, de hecho, le ha acompañado al Campamento Base del Manaslu. La intención del alpinista vasco es, hoy por hoy, seguir apostando por las expediciones invernales, uno de los principales retos alpinísticos que se pueden hacer a esta altura de la película en el Himalaya.