LA CHICA DE AS

Sara Andrés, profesora y atleta polifacética de 200 y 400

La atleta contó su experiencia en la Jornada Iberdrola con Deportistas Paralímpicas. Consiguió un diploma en Río 2016 y dos bronces en el Mundial de Londres 2017.

JESUS RUBIODIARIO AS

Sara Andrés empezó picoteando de aquí y allá siendo niña: probó el kárate, la natación, el tenis y la hípica. Derrochaba energía en todos y cada uno de ellos. Hasta que el año 2011 cambió su vida. Fue entonces cuando un accidente de tráfico le hizo perder sus pies y ahí vislumbró la oportunidad de reconstruir su vida. De hecho, hay una frase que encabeza su página web y se ha convertido en su leitmotiv: "Prefiero no tener pies y saber dónde voy, que tenerlos y estar perdida". Poco a poco descubrió que su energía y su fortaleza, lejos de mermar, aumentaron y así su necesidad de correr, de sentirse libre. "Quería notar el aire en mi cara, ser ágil y rápida tras nueve meses en silla de ruedas y muchos otros aprendiendo a andar", explicó la atleta paralímpica, cuya especialidad son los 400 y 200 metros lisos. Sara encontró en el atletismo la manera de desplegar sus alas.

Precisamente en los 400 metros consiguió un quinto puesto y un diploma en los últimos Juegos Paralímpicos de Río. Y sus logros no se quedan ahí, también se colgó dos bronces (400 y 200) en el Mundial de Atletismo Paralímpico en Londres 2017. Un año en el que también se coronó como la campeona de España de 100, 200 y 400. Eso sí, Sara es incombustible y no ha perdido las ganas de seguir probando cosas como el pádel, el kitesurf, el surf, el ciclismo, el paracaidismo, la natación, los bailes de salón o volver a montar a caballo. De hecho, si una palabra la define es polifacética. Ha aparecido en anuncios como el de Aquarius en 2017 --la bebida de los que nos morimos por vivir-- y desfiló para la firma Existence Research Program en la Samsung EGO de la Mercedes-Benz Fashion Week ese mismo año. "La respuesta de la gente fue increíble, se levantó a aplaudir y me puso los pelos de punta", confesó.

Sara Andrés.JESUS RUBIODIARIO AS

La atleta ha sido una de las protagonistas de la Jornada Iberdrola con las deportistas paralímpicas celebrada esta semana, donde además de exponer sus próximos objetivos, como el Europeo de Berlín (2018), el Mundial de París (2019) o los Juegos de Tokio (2020), contó con gran naturalidad algunas anécdotas, como lo ocurrido el día en que enseñó a sus alumnos de primaria sus prótesis. "Después de ir a Río decidí contárselo porque de una manera u otra se iban a enterar. Llegué al cole, me levanté la falda y se quedaron alucinando. Una niña dijo que tenía miedo, otros las tocaron y ahora me dicen que quieren ser como yo y tener estas piernas", reía, mientras añadía: "Hay diferentes prótesis: para andar, para correr... mi casa parece la de Jack el destripador. Cuando paso de una a otra, necesito unos minutos para adaptarme. La sensación es como la de subirse a unos zancos".

Sara, siempre con una sonrisa, admite que el accidente le cambió la vida con sólo 25 años, pero en su discurso irrumpen todas las cosas buenas que ha ido encontrando. "Sin él, hubiese seguido mi camino de otro modo y no tendría los valores que tengo, como la paciencia, la humildad... Me hizo seguir adelante y ser positiva", confesó durante una charla que compartió con otras deportistas paralímpicas como Astrid Fina, Susana Rodríguez, Nuria Marqués, Loida Zabala y Marta Arce. Un ejemplo de superación y de positividad ante la adversidad porque si de algo entienden estas mujeres es de no rendirse nunca.

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