Primera | Real Madrid

Abramovich va ahora a por Beckham

El magnate ruso ha encargado a Peter Kenyon que no pare hasta lograr que el crack madridista acepte una oferta del Chelsea para la próxima temporada

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Ojo con Roman Abramovich. Algunos ven en el ruso un clon de Florentino... pero posee auténticas armas de destrucción masiva. El hacendado dueño del Chelsea (podría despilfarrar un millón de euros diario hasta que envejezca sin arruinarse) se ha excitado tanto con este juego que ahora ha decidido diseñar una estrategia (sin reparar en gastos) para organizar un desembarco en el corazón del Imperio... En el Real Madrid. El osado magnate del petróleo y del aluminio ruso ("Para mí el Chelsea no es una operación financiera, es un hobby") ha soñado (¿iluso?) con desmantelar al auténtico rey del fútbol mundial. Florentino ya está al cabo de este plan que nos recuerda al Doctor Infierno diseñando tácticas malvadas para acabar con Mazinger.

El presidente del Real Madrid se muestra convencido de que Abramovich no podrá convencer a sus joyas de la corona. Y eso que el ruso ha elegido el camino más inteligente para intentar llevarse al diamante más cotizado: ¡David Beckham! Peter Kenyon ha sido el cerebro del relanzamiento comercial y deportivo del Manchester en los últimos años y conoce muy bien al 23 madridista. Abramovich se ha aferrado a aquello de ‘Si no puedes con tu enemigo, únete a él’. Los tabloides ingleses daban ayer amplia repercusión del deseo, público y notorio, del nuevo Rey Midas del fútbol europeo. Quiere a Beckham a cualquier precio y le ha dicho a Kenyon: "Convéncelo y tráetelo como sea".

Florentino se muestra tranquilo porque sabe que Becks ha recuperado la felicidad perdida en el Real Madrid y que ha decidido hacer parada y fonda en el Bernabéu para los próximos cuatro años de su existencia. Pero tampoco desprecia a su enemigo. Sabe que no va de farol, que paga al contado (que se lo digan a él con los 24 millones de euros de Makelele) y que seduce a los fichajes que pretende con cantidades mareantes. Así se llevó a Crespo, a Verón o al propio Makelele y por eso nadie puede tomarse a chufla el sueño faraónico de Abramovich. No sólo quiere a Beckham. ¡También a Figo, Ronaldo y Zidane!

Para el Madrid el crecimiento imparable de este coleccionista de cracks (Financial Times lo define como un mixto de Silvio Berlusconi y el propio Florentino) es un incordio porque ha irrumpido en el mejor momento institucional y económico de la entidad madridista. Ahora que la estrategia financiera de Florentino ha triunfado en un trienio mágico en el que ha acabado con la deuda (que llegó a superar los 50.000 millones de pesetas) hasta superar al Manchester en la tabla de clubes más ricos del mundo, llega este empresario con aires mesiánicos y amenaza con construir un dream team world a costa de torpedear a sus dos enemigos (R. Madrid y Manchester).

Si Becks aceptase sería como beberse un litro de aceite de ricino. Mejor no pensarlo. Florentino, precavido, sabe que Abramovich tiene dinero para convencer a cualquier jugador: "¿Cobras 1.000 kilos netos? Yo te pago el doble". Pero Florentino se guarda un as en la manga que no se compra ni con todo el oro del mundo. Ser jugador del Real Madrid es algo único. Lo saben Figo, R. Carlos, Zizou, Ronaldo, Raúl y, ahora, Beckham. Que no cunda el pánico...

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